El puñado de tipos y tipas que ustedes ven haciendo el ridículo con una papeleta roja en la mano podrían ser, en un futuro cercano, los invitados de cualquier programa de telebasura, los próximos tertulianos de Sálvame o peor aún, nuestros próximos gobernantes. El problema es que son universitarios; pero no de ésos que acuden a la facultad para adquirir conocimientos, aprender civismo y respeto, o debatir ideas; no, los de la foto se parecen mucho más a escolares de la ESO.
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etiquetas: universitarios , rosa diez , democracia
Sensacionalista a mas no poder.
Subscribo totalmente este párrafo. Si unos estudiantes de ciencias políticas se niegan a escuchar a alguién como Rosa Díez que, por mucho que puedan disgustar sus ideas, tiene una extensa trayectoria política, mal vamos.
De hecho, es muy triste que estudiantes de ciencias políticas impidan expresarse a otro político.
Y además los muy gilipollas lo que no se dan cuenta es que cosas como estas no hacen más que darle propaganda a la señora Diez.
Gracias.
Lo mismo puede haber ocurrido aquí.
#11 Es el nombre de esa carrera.
si quiere publicidad que se la pegue y deje la universidad tranquilitaaaaaaaaaaaaaaaaa. No creo que los chicos la invitaran, acá nos visitan muchos indeseables.
con ella yo no hubiera hablado ni del papa. Ni con ella, ni con ningún político. Ya llevo diciendod esde hace tiempo que la uni ha degenerado muchooooooooooo.....
#16 Vale, matizo: una parte de los españoles está sin civilizar y a otra parte encima le parece bien.
Si la gente tiene simpatías con Rosa Díez o su partido, que asista a la charla. Si no está de acuerdo con sus ideas, la considera "una traidora" o le cae mal esta señora, algo totalmente legítimo y respetable, que no asista a la charla. Hay una cosa que se llama respeto y tolerancia con las ideas que no son las tuyas.
No me gusta generalizar y por supuesto que en la universidad hay de todo, pero vaya chusma totalitaria anida en las universidades.
Para terminar, parafraseo las palabras de Evelyn Beatrice Hall, a menudo atribuidas erróneamente a Voltaire: "Estoy en desacuerdo con sus ideas, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".
El artículo más que discutible, si los universitarios leyeron unas palabras para decir que no era bienvenida quizás es porque realmente en ese lugar no era bienvenida.
La comparación con el atentado frustrado es de un victimismo apabullante.
Pues bien, me permito señalarte que existe otra alternativa, que sería la más lógica en una sociedad más respetuosa y tolerante que la nuestra. Y consistiría en que las personas que no estén de acuerdo con las ideas de Rosa Díez asistan a su charla y al final de la misma planteen sus discrepancias por medio de un diálogo respetuoso que sería, sin duda, más esclarecedor y relevante que cualquier acto de gamberrismo.
Pero, claro, eso en España no se lleva. Y por eso tenemos los políticos que tenemos, porque somos como somos.
El autor tiene un problema serio con la libertad de expresión.
#2 el problema no es que sea increíble, es que es inaceptable.
#11 en política surgen problemas que deberían ser solucionados con métodos y técnicas específicos para ello, eso requiere un conocimiento profundo de esa cuestión (la ciencia) y metodologías basadas en ese conocimiento (ingeniería). La política debería ser una ingeniería, de la misma manera que tenemos ingeniería química basada en la ciencia del mismo nombre. Ahora se la considera una ciencia, aunque es discutible, y desde luego tiene claras diferencias con otras ciencias, como medicina o química, y similitudes, incluso en planes de estudio, con otras, como "ciencias de la información", lo que se viene conociendo por periodismo.
#21 ciertamente, el problema, el motivo del fracaso del diálogo, son los atunes y fanboys, con los que el diálogo es imposible, en definitiva, la masa.