Este domingo, La Roca, Nuria Roca en La Sexta, recibía como invitada a Lucía Rivera, modelo e hija de Cayetano Rivera Ordóñez y de Blanca Romero. En él la joven relata los momentos que han marcado su vida y uno de ellos es haber sido víctima de violencia de género a manos de dos de sus exparejas.En la entrevista, Rivera no solo aseguraba haber sufrido malos tratos físicos y psicológicos en un duro relato de los hechos, sino que, además, ponía el foco en que es“algo general” en su entorno. El machismo entre los entre los jóvenes ha aumentado.
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"Nuria Roca quiso saber, llegado este punto, qué les dice a esas amigas que también pasan por lo mismo y que siguen ahí. “Yo les digo que les están maltratando”, explicaba. “La palabra maltrato da mucho miedo, pero existe”, afirmaba sin titubear la modelo. Y es que cuando se escucha la palabra “maltrato” se mira para otro lado, pero “esto existe y esto es así”.
“¿Y qué te contestan ellas?”, le preguntó Gonzalo Miro, presente en la tertulia. “Ay, no, pobre, él es muy bueno, está cambiando, me quiere mucho…”, dijo. “Y cuando ellas se defienden, creen que las malas son ellas. Además, no las dejan venir conmigo a Madrid”, lamentaba la modelo.
O sea, tratamos al maltrato de forma similar a como consideramos a las drogas: algo que la primera vez te pilla desprevenido, y luego ya te ha atrapado. Es un escenario en el que el individuo no tiene poder.
¿Realmente alguien considera eso malos tratos o violencia de género? Discusión de toda la vida, crisis y cornamenta.
El usar "violencia de género" y "malos tratos" para eso tan a la ligera, lo veo contraproducente.
Eso de que ser "hija o novia de", que cierra puertas, como lamentándose sin asumir que le ha abierto más puertas que al resto, o que le ha abierto una primera puerta que el resto tiene cerrada y así no llegan a tener tan siquiera la posibilidad de que le cierren otras puertas, o asumiendo que tendría que encontrarse siempre todas las puertas abiertas, o no achacar a su "famoseo" el tener alguna puerta cerrada como si eso no fuese lo normal es estar fuera de la realidad.
Y en el caso de este artículo es más de lo mismo; los enfados, el dejarse de hablar, las idas y venidas y las cornamentas por suerte o por desgracia forman parte de las relaciones de pareja (y para ambas partes, como bien indicas), pero se debe pensar que ella es especial y por eso lo califica de violencia de género, porque realmente sigue en otro mundo donde tampoco no ve la realidad de los maltratos de verdad.