Etiopía se ha quedado sin Coca-Cola después de que la empresa embotelladora local suspendiese sus operaciones diciendo que ya no tenía suficientes divisas para sus operaciones. El cierre de la fábrica ha conllevado el despido de más de 1.000 trabajadores. La embotelladora dijo que la actual crisis financiera había obligado a la empresa a despedir a los trabajadores para tratar de recuperar su fortaleza. "La empresa envió a sus trabajadores a unas vacaciones forzadas anuales con sueldo completo", informaron a afrol News fuentes de la empresa.
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