Aunque la mandíbula y otros huesos del cráneo fueron desarrollándose para contrarrestar la carga y tensiones durante la masticación, parecen preparados para una carga mucho mayor de lo que esta supone. Además, hay zonas que sufren poca tensión en la masticación pero que son más gruesas, especialmente si atendemos al dimorfismo sexual. En el caso de los primates machos, estas zonas más robustas son los márgenes orbitales, el hueso cigomático y la mandíbula.
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etiquetas: evolución , anatomía , huesos , primates , prehistoria , puñetazo
Lo suponía, aquí lo discuten mejor y habiéndose leído el trabajo original.
www.nationalgeographic.com/science/article/our-skulls-didnt-evolve-to-
Voto errónea para no fomentar imbecilidades que puedan fomentar la idea de que somos violentos por naturaleza y que nuestro cuerpo ha evolucionado para recibir y liarse a puñetazos.
infobarcelona.cat/tecno/premio-ig-nobel-2021-investigacion-sobre-barba
La violencia está incardinada en el ADN de la masculinidad.
O sea que el Austrolopiteco era un crack para encajar golpes en la cara
"Posteriormente, el desarrollo de una cara más plana redujo el momento de fuerza de los golpes en el mentón y la nueva forma de la mandíbula facilitó que los músculos del cuello y aductores de la mandíbula limitaran el daño"
Lo que no dice es que también se redujo la robustez de esos huesos que eran "para encajar golpes en la cara".
No se, muy por los pelos veo esto. Como si cogiese lo que interesa en cada momento.
En las culturas tribales lo normal son peleas de fuerza tipo lucha libre. Si somos de la misma tribu partirle la mandibula, para demostrar que soy el jefe, significa que muera de hambre y ya no podrá trabajar para mi.
E incluso en las guerras eran frecuentes las peleas ritualizadas donde se minimiza el riesgo de daño.
Las hembras simplemente son caprichosas.
"Su hipótesis es que un puño cerrado evita que los huesos metacarpianos de la mano se fracturen al reducir la tensión durante el golpe. Para confirmarla utilizaron un método un tanto macabro: compraron nueve cadáveres masculinos del programa de donación de cuerpos de la universidad y de una empresa de suministro privada. (...) Después de cientos de puñetazos y bofetadas, los investigadores señalan que, con un puño completamente cerrado, los humanos pueden golpear con un 55% más de fuerza que con uno que no lo esté. Y con el doble de fuerza que con una mano abierta. "