JdJ hace un pequeño repaso por la historia reciente de España y mantiene que las dos Españas que lucharon entre ellas en la Guerra Civil existen desde hace varios siglos y todavía continúan debido a que casi no han habido gobernantes con ganas de romper con esta separación. En los comentarios del artículo sostienen que tampoco los hay ahora.
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Hay mucho hijo de facha de la guerra, que ahora es "nacionalista" y mucho hijo de republicano convencido al que ahora la lucha esta le viene de resbalon.
La verdad es que la tercera España, la que no come de esto... somos siempre las victimas de la lucha entre la clase predominante, que se ponen una camiseta u otra, y nos animan a enfrentarnos los unos contra los otros, para que ellos (siempre los mismos) salgan ganando.
Existen más problemas de nacionalismos regionales en Alemania que en España, y eso que Alemania puede presumir de ser un Estado Federal, cosa que posiblemente hubiera venido muy bien a España hace unos años.
En Bélgica existe una división completa entre los francoparlantes y los flamencoparlantes. Hasta tal punto de ser un país mucho más cercano de dividirse en dos, de lo que jamás han estado Euskadi o Cataluña de excindirse de España.
Si nos vamos al Reino Unido, nos encontramos con cuatro países que se rigen por cierta cantidad de leyes comunes, y otras muchas que dependen de cada país (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte). De hecho, la autonomía de cada uno de los cuatro países no es igual, siendo la de Gales extremadamente dependiente de Inglaterra, mientras que Irlanda del Norte goza prácticamente de una independencia absoluta.
Pero sin duda, para países complejos, tenemos a Suiza, donde más que de un país, deberíamos hablar de una federación de 26 cantones que gozan de una gran independencia entre sí... hasta tal punto que ni siqueira comparten idioma.
Lo que define a las dos Españas es la búsqueda de la victoria total sobre el otro, no un acuerdo.
Lo mejor del artículo: Llamar hijo de puta a Fernando VII, el peor rey de España, culpable de gran parte de los males de nuestro país durante los 150 años siguientes a su muerte.