Apesar de su diseño tosco y sus materiales humildes, el mejor ejemplo para comprender cómo funciona la genialidad es un lápiz. Aunque parezca simple y común, un lápiz puede ser tan misterioso y extraño como una varita mágica que se muerde por arriba y se gasta por abajo. Porque el lápiz no fue creado por una sola persona, sino por la suma de fragmentos dispersos de conocimiento. Un conocimiento que, por separado, resulta incompleto y hasta contradictorio, pero que, unido, puede formar una herramienta tan sencillamente compleja o tan complejamen
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"Se dice que William Munroe, ebanista en Concord, Massachusetts, hizo los primeros lápices de madera estadounidenses en 1812. El método de fabricación de Munroe era demasiado lento, así que poco después, en la ciudad vecina de Acton, el empresario Ebenezer Wood automatizó el proceso otorgándole a la carcasa del lápiz su característica forma hexagonal y octogonal. Estas formas permiten que los lápices tengan un mejor agarre en la mano y se ahorre mucha madera en la fabricación. Ebenezer también fue el primero en emplear una sierra circular en la fabricación del lápiz, sin embargo, no patentó su invento y compartió sus técnicas con todo aquel que le preguntara. Uno de ellos fue Eberhard Faber, que acabó por convertirse en el primer productor mundial de lápices."
Esto hoy seria impensable, hoy día el señor Munroe habría demandado al señor Wood y el invento no habría pasado a
mas. Por no decir que, con honrosas excepciones como Tesla, hoy día nadie libera patentes.
"Fue Hymen Lipman el que lo hizo el 30 de marzo de 1858, fecha en que recibió la primera patente por añadir la goma de borrar a un extremo del lápiz. En 1862, Lipman vendió su patente a Joseph Reckendorfer por 100.000 dólares. En 1875, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró la patente como inválida porque el invento fue en realidad una combinación de dos cosas ya conocidas, sin uso nuevo"
Y esto también me ha sorprendido, que coherencia la del tribunal supremo estadounidense. Me pregunto si actualmente habría tomado la misma decisión.
O no tan artistas.
Es el relato de cinco páginas -seis contando la introducción de Milton Friedman- al que se refieren al principio de este texto. Muy recomendable leerlo si se tiene un rato.
www.youtube.com/watch?v=R5Gppi-O3a8
¿Casualidad? No lo creo.