En cierta ocasión, tras una reunión que se había celebrado en el piso del cura, a la que habían acudido los amigos de Antonio, se encontró de repente solo ante él. “Empezó a hacerme cosquillas y yo no entendía a cuento de qué. Me puse nervioso y di un respiro cuando vi que entraban en la habitación dos diáconos que asistían al sacerdote. Respiré aliviado”, señala el joven.
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El primer fin de semana que se fue de retiro a una casa de la Iglesia de un pueblo alpujarreño (Torvizcón), formaba parte de un grupo de jóvenes. Fueron unos veinte, entre chicos y chicas, muchos de ellos, amigos, que habían sintonizado con el párroco coadjutor recién llegado a su barrio. Antonio tenía por entonces unos 17 años y comenzó a ver “cosas raras” en la actitud del sacerdote. “Separó a los chicos de las chicas y luego formó grupos entre los más y menos afines a su persona”, relata.
“Me pedía que fuera a dormir a su casa”, dice el joven, que en varias ocasiones declinó la invitación del cura. Cuenta que en una ocasión llegó al piso en el que por entonces habitaba el párroco, en Granada capital y se marchó, con la primera excusa que se le ocurrió, al ver que salían “cuatro o cinco curas en pelotas del baño”. “A mí aquello me extraño. No estaban desnudos en un gimnasio, sino en el baño de un piso”, explica.
En aquellos años, Antonio participaba en las actividades que organizaba el cura, pero trataba de evitar quedarse a solas con él. En cierta ocasión, tras una reunión que se había celebrado en el piso del cura, a la que habían acudido los amigos de Antonio, se encontró de repente solo ante él. “Empezó a hacerme cosquillas y yo no entendía a cuento de qué. Me puse nervioso y di un respiro cuando vi que entraban en la habitación dos diáconos que asistían al sacerdote. Respiré aliviado”, señala el joven.
Poco después, accedió a pasar la noche en un piso, propiedad del sacerdote, situado en la carretera de la Sierra. Antonio decidió darse una ducha mientras el cura preparaba algo para cenar. De pronto, se abrió la puerta del baño. “Fue a meterme mano mientras me estaba duchando”, dice.
“No podía entender por qué entró en el baño mientras me estaba duchando”, añade, y recuerda que se vistió rápidamente y se marchó apresuradamente del piso. “No he vuelto a verlo, no he tenido más relación con él”, confiesa.
Hay algunas cosas que no entiendo en este relato, como por ejemplo, el chico este de 17 años ya se huele desde un primer momento algo raro, cosa que parece va en aumento cuanto más conoce al cura y así todo accede a irse a dormir a su casa. Con esto no quiero decir que sea mentira lo que dice ni él ni ninguna de las victimas.
¿Qué quieres que diga? Esto es un pecado muy grave de toda la vida, y me parece horrible, no lo es menos por cometerlo un cura. Ahora, si quieres que diga que esto es lo típico que ocurre en la Iglesia, pues no, porque no es cierto.
#2 Ya están expulsados y bajo investigación interna, ¿qué más quieres que haga el Papa? El Vaticano no puede encarcelar a la gente, eso es competencia del sistema penal del país donde se comete el delito.
1. Se trata de un cura que conoció a lo largo de varios años y eso va acercando a las personas, disminuyendo la desconfianza.
2. En la relación de cercanía influye una afición que al joven le gustaba, en este caso el deporte. Digamos que él no aceptaba la invitación a su casa porque le gustase necesariamente la conversación o la compañía sino que iba a hacer deporte por allí cerca y al cabo de los años un día se haría tarde y le ofrecerían quedarse a dormir.
3. parece que eso que se relata ocurrió hace muchos años, cuando no se conocían muchos casos de pederastia en la iglesia. Hace muchos años creo que la visión de los curas era como buenas personas que jamás harían algo "malo" y menos aún algo "indecente" o de carácter sexual.
Imagina un entrenador tuyo de un deporte, alguien mayor que tú pero del cual no desconfías (porque lo conoces desde hace años, porque nadie dijo nada malo de él, porque no le imaginas haciendo nada malo) y un día ese entrenador te hace cosquillas o cualquier cosa rara. No creo que una amistad de varios años se rompa por una anécdota de ese tipo. Y pasado un tiempo eso de las cosquillas lo dejas aparcado y no le das importancia. Entre tíos, que somos muy bestias lo "normal" es jugar a darse hostias y eso, o insultarnos, pero un cura con un perfil menos violento pues oye, yo que se, quizá se veía más raro que un cura te de una hostia que el que te haga cosquillas. No me malinterpretéis, que no trato de "justificarlo" ni nada de eso, sólo trato de ponerme en el punto de vista del joven, que no es lo mismo que le toque el culo o el pene que le toque el sobaco para unas cosquillas.
Luego, pasado un tiempo de lo de las cosquillas si lo de invitarle a dormir sale por algún motivo más o menos razonable (que están cansados de hacer deporte y le viene mal irse a su casa) pues igual no le pareció tan sospechosos como lo vemos nosotros ahora. A toro pasado es fácil criticar diciendo que estaba clarísimo pero quizá si hubieses estado en su lugar tampoco habrías sospechado demasiado.
No lo se. Aquí algunas suposiciones:
* En los colegios religiosos solía ser habitual la tradición de que fueran de un sólo sexo: o bien colegios de niñas o bien colegios de monjas. En el caso de los colegios de niños los profes eran habitualmente curas / frailes y en el caso de niñas solían ser monjas. Por eso lo habitual para curas era relacionarse con niños y no con niñas.
* Quizá porque siempre se consideró menos sospechoso. Si ves a un cura de 30 ó 40 años con una chavala de 15 ó 17 joven, y habitualmente atractiva, se supone que es una tentación para todo hombre incluyendo a los curas y tanto la chica como los padres sospecharían. Si es un joven de sexo masculino el que está con el cura no se consideraba sospechoso, se entendía que era una amistad o que hace de guía espiritual sin sospechar que a ese cura le pueda atraer el joven de sexo masculino.
* Por otro lado, y seguramente relacionado con lo anterior, los monaguillos siempre han sido chicos. Es decir, la propia iglesia asigna el papel principal en las ceremonias a los varones. Las mujeres no pueden ser curas y, por eso, sería raro que un cura tuviese "discípulas"... se supone que los monaguillos y jóvenes que frecuentan la compañía del cura son posibles candidatos a futuros curas.
* Quizá porque el principal motivo que un hombre suele alegar para no ser cura es que le gustan mucho las mujeres. Tú ves a un hombre muy religioso y le dices ¿quieres ser cura? Si le gustan mucho las mujeres dirá que no por ese motivo. Esto creo que implica que es posible que muchos hombres que aceptan ser curas sea porque las mujeres no les interesan demasiado... y eso en muchos casos puede ser por una tendencia homosexual que no se quiere reconocer abiertamente. Pero ojo, tampoco exageremos, no estoy diciendo que todos los curas sean homosexuales ¿eh? tampoco nos pasemos, sólo digo que es claro que meterse a cura supone expresar una renuncia a casarse y al sexo (supuestamente a la relación sexual que la religión considera "natural", es decir, la heterosexual con una mujer).
Hay casos de curas heterosexuales que dejaron de ser curas y se casaron, como aquel que se casó con la Duquesa de Alba o el personaje de la serie Cuéntame. Es decir, los heteros tienen una solución pero los homosexuales poco podían hacer, dejando de ser curas no pueden casarse así que parece lógico que no lo dejen si tienen esas tendencias. Y ya se es una barbaridad lo de la pederastia, pero ¿un cura… » ver todo el comentario
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Los abusos a Daniel tuvieron lugar "esencialmente" a lo largo del curso 2006-2007.
La denuncia partió de una supuesta víctima de los abusos, un joven de 24 años.
y más
Y la foto para ilustrar abusos a menores también manda huevos...
Lo extraño es que si te duchas en casa de un amigo venga el amigo y entre en el cuarto de baño sabiendo que estás ahí dentro desnudo.
Aunque se podría pedir mucho mas, el Papa podría hacer que los sacerdotes fuesen al vaticano, y allí detenerlos y meterlos en la cárcel. Que para algo ese señor es el dictador de su país.
se marchó [...] al ver que salían “cuatro o cinco curas en pelotas del baño”. "A mí aquello me extrañó".
En cierta ocasión [...] se encontró de repente solo ante él. “Empezó a hacerme cosquillas y yo no entendía a cuento de qué."
Poco después, accedió a pasar la noche en un piso, propiedad del sacerdote. Antonio decidió darse una ducha mientras el cura preparaba algo para cenar.
Este tío es tonto
y por cierto, sobre lo de meter patitas, con 17 años como si se meten el rabo si quieren, ya tienes edad para saber de que va el tema. y como dicen mas arriba, si le parece tan raro todo y sospecha por que se queda a dormir en su casa? que su historia no es creíble es decir poco.. y este sensacionalismo no le hace ningún favor a victimas de violación que han sufrido de verdad y no vienen con gilipolleces de "me han hecho cosquillas y no entiendo por que". luego nos llenamos la boca con "presunción de inocencia" y tal mientras mandamos mierdas dignas de antena 3 a portada
y que conste que no siento ninguna simpatia por el cura, pero de esta mierda infumable que cuentan no me creo ni una palabra