Una clase política corrupta es solo el espejo político de una sociedad corrupta". Se trata de una cita sin autor, una cita de evidente moralismo, pero que debe ser tomada muy en cuenta por cualquiera que trate con algo de profundidad el problema de la corrupción. De natural, somos bien intencionados, queremos "ser buenos", estar del lado bueno. Por eso, la corrupción se presenta como un cáncer, una anomalía, algo excepcional y acotado. Incluso cuando es manifiesto (como es el caso) que la corrupción es "transversal" ...
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etiquetas: corrupción , política , sociedad , cáncer
Me quedo con lo que comenta sobre las universidades. Con lo que se pelean PdeCat y PP en muchos temas y lo muy similares que son en cuanto a "gestión del chiringuito".
La URJC no es, sin embargo, una anomalía. Históricamente, las universidades públicas, depuradas por el franquismo, fueron convertidas en cotos de las familias políticas de la dictadura, especialmente del Opus Dei. En clara línea de continuidad, durante la democracia, las familias políticas del nuevo régimen trataron de hacer lo mismo inaugurando nuevas universidades. Así, lo hizo el PSOE madrileño con la Carlos III o la CiU catalana con la Pompeu i Fabra, por no mencionar una enorme cantidad de ejemplos autonómicos.
Con lo de clamoroso entiendo que te refieres al especial cariño que le tienen tanto el ayuntamiento como el gobierno regional
Como dice tu colega:Ojete de Mariano delicia de verano.
Pero si no arreglamos la corrupción, endogamia, favoritismo y parasitismo de la Universidad Pública, seguiremos año tras año tirando dinero a espuertas para que cierta gentuza siga viviendo del cuento y, encima, regalando títulos a los amiguetes, devaluando los nuestros.
Rajoy y Catalá también mangonean la Justicia tal como el gobierno madrileño mangonea a la Universidad. El problema es que las instituciones son "mangoneables" por la falta de independencia, transparencia y control. Parece mentira que la Constitución permita todo esto. Viktor Órban es el modelo a seguir en Españistán (institucionalmente hablando).
¿Y entre qué años y/o en qué realidad paralela podía uno encontrar una universidad pública sin nepotismos, endogamias, etc?
Por lo menos el artículo reparte a todos:
"En clara línea de continuidad, durante la democracia, las familias políticas del nuevo régimen trataron de hacer lo mismo inaugurando nuevas universidades. Así, lo hizo el PSOE madrileño con la Carlos III o la CiU catalana con la Pompeu i Fabra, por no mencionar una enorme cantidad de ejemplos autonómicos.
Decimos que la Universidad Rey Juan Carlos es un "chiringuito del PP", pero sería injusto olvidar el papel de otras familias políticas de la democracia, incluso de las más insospechadas. Así conviene recordar el papel que en la URJC jugó IU, mediante aquel célebre defensor del proletariado, Moral Santín, el mismo que se pulió más de 450.000 euros con la tarjeta black de Bankia, y que ejerció una particular influencia sobre la URJC desde su mandarinato universitario en la Complutense. Quizás no sea tan casualidad que dos de las profesoras cuya firma aparece, probablemente falsificada, en el acta de Cifuentes estén vinculadas a IU. En realidad y por ser claros, la Universidad Rey Juan Carlos es un caso límite de los mismos esquemas de prebendas y clientelismo que dominan la universidad española, en algunos casos vinculados al poder político propiamente dicho (los partidos), y en otros simplemente como coto particular del poder académico (los mandarines y cátedros de turno)"
Los corruptos lo son con nuestros votos. Eso se logra dividiendo a unos ciudadanos contra otros, por ejemplo con el discurso de las derechas y las izquierdas, de forma que el apoyo a los tuyos siempre estará justificado para combatir el mal. Ser de un partido es una cosa, y votarle concediendo una confianza que ha de ser revalidada, son cosas totalmente opuestas.
"En política y en la religión, los borregos son legión y poco importa el color del borrego, ninguno piensa libremente." (A.Castro)