A mediados del siglo XIV la península estaba dividida en cinco reinos diferentes. Uno de ellos, Portugal, se lamía las heridas de sus últimas guerras civiles. Mientras, Navarra se contentaba con inmiscuirse en los asuntos de Francia, su vecino del norte, desde sus cada vez más menguados territorios. Si miramos al sur encontramos el Reino de Granada, los sometidos musulmanes vasallos de Castilla, con el simple sueño de seguir manteniendo las tierras heredadas de sus antecesores.
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Mucho por contar. Buen artículo.
entró en cariñena por combate y fuerza y mandó muerte a cuantos hombres halló en la plaza. Fue cruelísimo, mas que en otros sitios, matando a unos y a otros, cortándoles las manos y los pies, y a otros la nariz, que fue pena más miserable y grande que la muerte.
De agosto.