Huelva tiene a 500 metros de su casco urbano 1.120 hectáreas de fosfoyesos, unos desechos tóxicos industriales y acumulados durante décadas. El Gobierno avala enterrarlos.
El dicho dice No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia, no se deberían permitir estas situaciones, si no puedes reutilizar, reciclar o destruir los residuos de la forma menos contaminante posible, no deberías producirlos, aunque en este caso como dice el artículo el problema viene de atrás, de debido a la laxitud de los gobiernos.
Claro, si los entierras no los ves y con el tiempo se olvida la peña de que están ahí. Como en Palomares. Los envenenamientos, peces de tres ojos o las malformaciones de los críos al nacer ya se achacarán a la estadística de la mala suerte. Son unos linces ibéricos.
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