En la actualidad, el petróleo pierde terreno como fuente de energía. El hueso de las aceitunas, las cáscaras de frutos secos o la madera de la poda le están plantando cara.
Se llevan utilizando desde hace tiempo. Tienen poder calorifico y no generan apenas cenizas con lo que supone un ahorro de limpieza diaria. En los bares deberia haber un contenedor especial donde tirar el hueso de este gran aperitivo.
Ya está. Cerramos las nucleares que quedan y en su lugar montamos ferias de bares y chiringuitos. Eso sí, no esperéis que os pongan otra tapa que no sean las olivas...