Este efecto lo inventó Adelbert Ames en 1946 y por eso lleva su nombre. Lo más curioso es que al dibujar los rectángulos en perspectiva como trapecios –y a pesar de que sabemos perfectamente que no son rectangulares– el cerebro nos engaña poderosamente, incluso haciendo cambiar de sentido el giro del bolígrafo que se cuelga.
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Aún así, es sólo mi opinión, tan respetable o apestosa como ojete ajeno.
#chistacogeográfico.
P.d. Lo he encontrado al viaje, 2016, 561 meneos, solo 2 negativos:
www.meneame.net/story/ilusion-optica-cilindros-ambiguos
www.meneame.net/m/actualidad/envejece-vagina
Pero sí, esa mucho más interesante y didáctico. Tengas o no tengas vagina.