Así que, en vista de su insistencia y confiando en que me dé nuevos motivos, voy a ocuparme de Roca Barea; cuyo argumento en ambos libros, aplaudidos por lectores respetables –cada cual es muy dueño, y ahí no me meto– pero sobre todo por una derecha política necesitada de vitaminas para su anemia intelectual, es que nuestros males no provienen de gobernantes ni súbditos, sino de la conjura de otros imperios –judeomasónica, falta decir– que nos tenían envidia cochina. Montesquieu, Voltaire son culpables, y la España de los Austrias fue más...
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Un país cuyos gobernantes deprimen universidades y a cambio promueven la fiesta de los toros, es hundido por la acción de sus gobiernos.
Eso hemos tenido y es inútil culpar al extranjero.
"la Contrarreforma impulsada a partir de entonces por el concilio de Trento, aplastó al movimiento erasmista español: a los mejores intelectuales -como los hermanos Valdés, o Luis Vives-, en buena parte eclesiásticos que podríamos llamar progresistas, que fueron abrumados por el sector menos humanista y más reaccionario de la Iglesia triunfante, con la Inquisición como herramienta. (...) Nos equivocamos de Dios: en vez de uno progresista, con visión de futuro, que bendijese la prosperidad, la cultura, el trabajo y el comercio -cosa que hicieron los países del norte, y ahí los tienen hoy-, los españoles optamos por otro Dios con olor a sacristía, fanático, oscuro y reaccionario, al que, en ciertos aspectos, sufrimos todavía.”
Razón no le falta.
Todo trufado de datos inventados y exageraciones como demostró el otro día El País, un periódico eminentemente antiespañol como todo el mundo sabe.
A freír espárragos.
Por no decir que defiende la invasion Francesa, cuesta creer que haya alguien capaz de defender una invasion a su propio pais. Ahora me diras que los franceses estaban mas avanzados, tambien lo estaban los españoles reespecto de los mexicas o cualquier pais africano que fuera colonizado.
"Habiendo acreditado la experiencia, tanto en Colombia como en otras naciones, que las sociedades secretas sirven especialmente para preparar los trastornos políticos, turbando la tranquilidad pública y el orden establecido; que ocultando ellas todas sus operaciones con el velo del ministerio hacen presumir fundadamente que no son buenas, ni útiles a la sociedad, y por lo mismo excitan sospechas y alarman a todos aquellos que ignoran los objetos de que se ocupan, oído el dictamen del Consejo de Ministros."
Es más, las propias cortes de Cádiz, sí, las que un par de meses más tarde darían lugar a "La Pepa", es decir, a la Constitución española de 1812, en la Real Cédula Cádiz de 19 de enero de 1812, también prohiben la masonería por lo peligrosa que era.
Me parece increíble que se ponga en duda el poder de una organización criminal como la masonería, que ha estado detrás de todas las revoluciones del siglo XIX, hechos de los que hay pruebas documentales a raudales y que si suenan conspiranoicos no es más que por el desconocimiento e incultura que existe sobre la historia y la política entre la gente de a pie.
Recordemos que el cofundador del Grupo Prisa, Jesús Polanco Gutiérrez, era un miembro del Club Bilderberg, y el otro cofundador, José Ortega Spottorno, fue homenajeado por el Club Bilderber. Juan Luís Cebrián, fundador-director de El País y ahora presidente de honor vitalicio del periódico también es otro Bilderberg.
Es decir, El País es un panfleto del grupo Bilderberg y si el libro de la Sra. Roca Barea ha recibido tantísima atención por parte de estos desinformadores es porque el mensaje que dicho libro transmite va en contra de los intereses del Grupo Bilderbeg, que son, entre otros, mantener la esfera hispanoamericana siempre dividida, enfrentada, y débil. Y para ello es necesario promover el caos en Sudamérica y el separatismo dentro de España. El objetivo es que no se cree a largo plazo ningún bloque rival que atente contra la supremacía económico-militar de los EEUU ni contra los entidades financieras instrumentales que estos grupos utilizan (FMI, Banco Mundial, etc) para consolidar y aumentar el poder de sus jefes.
Mucho mejor hubiera sido José Bonaparte que el mastuerzo de Fernando VII que nadie defiende.
Que por cierto, si somos un país lleno de catetos que no sabemos hacer la o con un canuto, me pregunto en qué lugar le dejará a él que sus obras sean best-sellers y apreciadas por mucha gente.