En este vídeo subtitulado al español, Jordan Peterson habla sobre la importancia de hablar con gente con la que no se está de acuerdo y sobre la diversidad de pensamiento. Algo muy necesario en cualquier sociedad democrática, sobre todo en las universidades y en el ámbito académico.
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Estupendo. Tenemos, por lo visto, una guerra en marcha entre sectores de opinión estadounidenses en "campos de batalla" españoles.
¿Y qué es lo que dice este señor en este vídeo? Pues, la verdad, en mi opinión dice un montón de tonterías y lugares comunes propios de manual de autoayuda acerca de la necesidad del diálogo entre seres humanos. Esto podría no tener más relevancia, pero hay dos elementos en su discurso que me parecen especialmente peligrosos:
- El primero es la apelación a la base biológica de todo comportamiento humano. Su explicación acerca de que la gente de izquierdas debería crear las empresas, porque son creativos, y la de derechas llevarlas adelante, porque son más rigurosos, sin aportar ningún dato acerca de la supuesta influencia determinante de la biología en estas características arquetípicas de la personalidad, sería ridícula de no ser porque esconde un razonamiento de tipo eugenésico para justificar, una vez más, la apropiación por parte del capital del talento humano.
- El segundo es su defensa interesada de la libertad de expresión. Aunque hace como que da una de cal y otra de arena, al final queda muy claro que su postura ideológica es de derechas (a lo que tiene pleno derecho, faltaría más) y que está intentando convencernos de que tenemos que dar más espacio a la gente como él y, sobre todo, a sus seguidores. Estoy de acuerdo en que no hay que insultar ni menospreciar a los seguidores de Trump por sus ideas, pero siempre tiene que haber una distinción muy clara entre las personas y las ideas que defienden. Si a mí sus ideas me parecen menospreciables, ofensivas y peligrosas para la humanidad, reclamaré mi derecho a atacarlas tanto como sea posible, por todos los medios posibles, y que se invoque el respeto a las personas para, a través de él, abrir espacios para la difusión de ideas que van contra los derechos humanos (xenofobia, machismo, clasismo, etc.) me parece un discurso no solo falaz, sino peligroso.
Me han pedido que lo escuche y lo he hecho. No es la primera vez, pero creo que será la última. No me gustan los líderes de opinión. Además, al final, lo único que le interesa a este señor es incrementar su poder (económico y mediático) a costa de la gente que le sigue. Que no cuente conmigo.