El matemático Enrique Vidal, de la Universidad Politécnica de Valencia, llevaba más de una década persiguiendo un objetivo: ayudar con tecnología a la lectura y transcripción de manuscritos antiguos. Pero encontraba una muralla de dificultades. Durante siglos la ortografía y los trazos han variado tanto que «resultaba muy difícil enseñar a un algoritmo a identificar las palabras». Por ejemplo, enero se escribía con hache o sin ella, barco a veces con uve. Ahora han detectado documentación novedosa sobre el descubrimiento español de Australia.
|
etiquetas: inteligencia artificial , descubrimiento español , australia
Y todo ello ha quedado guardado en una enorme burocracia, vurocracia, burrocracia, buró ácrata, ... que ahora el sistema informático trata de digitalizar y entender con todo tipo de faltas de ortografía, de tipos de letra escrita,...
No creo que lo intenten con las recetas médicas, eso sería una auténtica prueba de fuego.