Nos "fascina" porque son programas y se ha convertido en un sistema de trabajo y comunicación que realmente es virtual. Los programas están elaborados para ser 100% efectivos aunque en muchas ocasiones no son eficientes y otros además son opacos, aunque estar elaborado "para ser" no significa que realmente lo sea, lo cual seguramente muchos no lo son.
El ser vivo no es virtual, y tanto lo que le fascina a su vez le asusta, porque una máquina puede elaborar millones de cálculos matemáticos programados por segundo, sin fallar ni quejarse en nada. Todos y cada uno de los fallos, a parte de los evidentes de maquinaria como la temperatura, desgaste en discos o errores fortuitos de memoria, se deben a una mala o incorrecta programación, y aquí se comenzarían a abrir debates, como el del tema de la entrevista del algoritmo "sexo - color - edad" así como quién los programa y si debemos o no someternos terceros a estos.
El ser vivo no es virtual, y tanto lo que le fascina a su vez le asusta, porque una máquina puede elaborar millones de cálculos matemáticos programados por segundo, sin fallar ni quejarse en nada. Todos y cada uno de los fallos, a parte de los evidentes de maquinaria como la temperatura, desgaste en discos o errores fortuitos de memoria, se deben a una mala o incorrecta programación, y aquí se comenzarían a abrir debates, como el del tema de la entrevista del algoritmo "sexo - color - edad" así como quién los programa y si debemos o no someternos terceros a estos.