La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá (Bilbao, 70 años), ha dejado la portavocía del Gobierno, pero lejos de disfrutar del tiempo ganado, lo dedica a explicar a quien quiere oírla su anteproyecto de ley educativa que “en las próximas semanas” llegará al Consejo de Ministros.
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En cualquier caso, si plantea un cambio para que eso ocurra... una parte importante de los alumnos de magisterio cambiará, porque al menos aquí conozco muchísima gente que ha hecho magisterio rebotada de otras carreras o eligiéndola porque "quiero tener una carrera pero que sea fácil". Suprimir a esa gente de magisterio, particularmente a los segundos, sí que me parecería la mar de bien.
No soy político, no voy a asegurar tener soluciones para todo sin tenerlas ni ir a ejecutarlas.
Es todo, no es sólo la nota de entrada en la universidad, es el prestigio que se le da a los profesores, es el sistema de plazas, es el sistema de interinidades y sustituciones, es el desprestigio de la FP, es el tener a chavales de 16 años obligados a estar allí con cero motivacion, es la masificacion en las aulas, es el pensar que invertir dinero en educación es comprar tablets y pizarras electrónicas, es el cambiar de planes de estudios cada 4 años, es TODO lo que se ha hecho contra la enseñanza en los últimos ¿40 años?
Tu puede poner la nota de corte donde te plazca. Solo hay que restringir el número de plazas disponibles y la nota subirá sola, pero solo conseguirás el problema de que no tendrás docentes suficientes para abastecer a los centros.
El problema de fondo no es ese, es el ¿por qué la gente con notas altas no quiere las carreras vinculadas a la educación?
Aprueban 1 de cada 10, justo el 10% con más nota en la oposición. Luego, ya tienes a gente con buena nota dando clases.
¿Que habríamos ganado con dejar fuera a gente con baja nota en bachillerato? La nota que importa es la de la opo y para asegurarte que sea buena, debe haber un número alto de candidatos
La nota de bachillerato no garantiza nada a la hora de ser un buen docente ni de superar la oposicion.
Reduciendo el número de plazas subes la nota y dejas fuera a gente que se le daban mal la Educacion física o la religión o la literatura o las integrales. .. Y estamos hablando de gente que va a enseñar a sumar y a leer. No necesitan integrales ni saber de literatura del siglo XV.
Pues la verdad es que no me atrevería a defender ni tu hipótesis ni la opuesta... No me veo capaz de evaluar la aptitud ni la preparación a nivel global (digamos nacional) a través de la experiencia personal, aparte que veo un inconveniente añadido para comparar: la educación ha cambiado muchísimo, por el cambio en la sociedad, en las leyes y en los medios disponibles.
Bajo mi perspectiva totalmente personal, los maestros de hace unas décadas tenían mejores aptitudes y eran más vocacionales, más comprometidos. Esto como digo bajo una perspectiva muy personal y relativizando las diferencias que marca el contexto. ¿En qué está basada mi perspectiva? Por un lado en los maestros que tuve y conocí yo, y por otro en lo que vi durante años dando clases particulares a chavales (no solía conocer a los docentes, pero escuchaba lo que los niños contaban de ellos, veía el contenido que daban, las tareas que mandaban, sus anotaciones, las correcciones de deberes y exámenes, etc.).
Él no ha realizado un juicio de valor ni ha dado opinión. Solo ha dicho algo que por otro lado es obvio, lo que la señora Isabel quiere hacer solo se puede conseguir quitando plazas.
Tu respuesta iría más bien encaminada a la señora entrevistada.
Yo doy clase de matemáticas en un instituto al que asisten los niños que acaban Primaria en 4 colegios. Hace unos 8-10 años se jubilaron casi de golpe muchos maestros de uno de esos colegios. Hasta ese momento sus chicos eran con diferencia los más preparados. Hoy los de los cuatro centros son iguales.
Y no ignoro lo que quieres decir en la última frase, en la que seguramente tengamos muchos puntos de acuerdo, pero no, para mí, los maestros de ahora no consiguen que los chicos aprendan tanto como antes.