#1 Mi amiga Francesca, que vive en Milán pero hasta hace pocos años tenía una casa en los alrededores del primer pueblo italiano en ser confinado, está convencida de que ese brote empezó también con un foco en una casa de putas que hay en la zona. Dice que el grupo de amigos que se contagiaron después de jugar al fútbol juntos no han chutado un balón en su vida.
#0 yo diría que más de uno también. No será el mismo tipo de sorpresa, pero...
Me parece que muchos de esos clientes preferirán callarse y no darse a conocer...
Pues yo rengo el Bidasoa cerca...