Las peleas intestinas en la izquierda han provocado el desastre. Como en tantos sitios y tantas veces. Igualmente, estas no son fruto de enfrentamientos de un día, vienen de antes, algunas de lejos, a pesar de que estemos hablando de fuerzas políticas jóvenes en su mayoría y de procesos recientes.
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Es hora de mirar al futuro y no al ombligo, con un líder fuerte tal que, sí, Pablo Iglesias aupado por todos.
En cambio, las derechas, más proclives al dogma y al dictador (el que dicta) suelen aceptar con más agrado cierta sumisión... de ahí que sean mucho más afines a los obispos, a los reyes, a la más extricta jerarquía, al silencio ante el "líder"...
Ambas cosas tienen su lado bueno y malo.
Lo que nunca debería ser es un hándicap, si no una ventaja. Pero imbéciles (y gente inteligente y razonable) los hay de izquierda y de derechas.
(te queremos Pablo)
Y no hay nada más incongruente que hablar de "la división de la izquierda" y mantener esto al mismo tiempo
Lo que le pasa a la izquierda no es ser crítico, es odiar a los demás si no son y piensan como yo digo. Primero odian a los demás y diferentes, luego a los suyos e iguales.
En Podemos se odian todos entre ellos.
No tienen empresa, ni negocio del que ocuparse, por lo inútiles que son. Odiar es fácil y no hace falta preparación alguna, cualquier pelele puede odiar gratis.