Los no-nacionalistas como nosotros, pues, entendemos que las naciones modernas no se basan en etnoculturalismos sacralizados, sino en voluntades agregadas de convivencia que se renuevan de tanto en cuando. Aquí, Antoni Puigverd se refirió a esta idea de forma magistral: “Cataluña como ágora y no como templo“. Genuinamente, el célebre pensador Ernest Renan lo teorizó a partir de la expresión “plebiscito cotidiano“.
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Mandril.
Pero el zagal tiene la guantá.
Esto es lo que váis a conseguir.
De fet, en estos cuarenta años de terrible opresión del Régimen del Setentayocho, los nacionalistes mai han pactado con los fascistas españolistas de derechas, ni les han dado las llaves del Gobierno, ni les han aprobado los presupuestos... en lugar de hacer piña con Anguita, Pablo Iglesias o cualquiera de los que se hubiera prestado a liberar su oprimida nación.
En serio hay gente que no es más gilipollas porque el día no tiene mas horas.
Al final cada uno deposita sus esperanzas donde quiere, pero no comparto esa postura, y es que me da la impresión de que siempre hemos sido los españoles de querer cambios rápidos y drásticos. Quizás algo que estaba adormecido por salir de una dictadura, pero que sigue estando ahí.
Creo que te has equivocado de película.
Las cosas como son.