Juana de Castilla (6 de noviembre de 1479, Toledo – 12 de abril de 1555, Tordesillas) es un de los personajes más intrigantes y ambiguos que existen en la historia de España. A lo largo de los siglos, se la ha considerado enajenada por el amor que sentía por su marido, una marioneta política a expensas de los deseos de su padre, su marido y su hijo Carlos o, recientemente, una protofeminista oprimida por no encajar en el rol que se esperaba de ella.
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etiquetas: juana , castilla , loca
Loca no sé, pero una buena pedrá sí que tenía.
Tenía visiones, y hacía retirar muebles o enseres de su cuarto por que decía que estaban embrujados.
En términos médicos actuales seguro que habrá un término mejor para definir su estado mental, y seguramente algún tratamiento eficaz para ayudar a la pobre mujer. Pero en 1500 el término médico al uso para una noble era 'loca' (de haber sido una campesina, tal vez una 'poseída') y el tratamiento, reclusión y misa diaria.
Que nació en una mala época para ser mujer, y peor aún para ser enferma mental, seguro.
Que nació en una mala época para ser mujer, y peor aún para ser enferma mental, seguro.
Y si encima heredas un reino que quieren controlar el jefa de tu marido y tu padre, junto con que el marido quería liquidar al padre, el padre al marido y algunas cosas que ni sabemos .... peor me lo pones.
O eres la madre que ponía firme al más pintado o lo tienes jodido.
Isabel, en su caso, supo hacer que su autoridad como reina se impusiera a su relación de pareja, o disimular sus arranques de esposa tras su fachada de reina, como cuando se negó a abrir las puertas de la ciudad al ejército liderado por su marido que regresaba de la guerra y los mantuvo a la intemperie durante ¿semanas? en pleno invierno como un supuesto castigo por haber sido derrotados, en una reacción inédita y que se consideró completamente desproporcionada (y que en ninguna otra ocasión, concurriendo los mismos motivos, tuvo ni volvió a tener). Teniendo en cuenta que el momento coincide con la llegada al mundo de un bastardo de su esposo, el episodio puede tener, perfectamente, una doble lectura.
El caso de Carlos I resulta mucho más significativo, y curiosamente, apenas ha trascendido. Ya en vida de su mujer se comportó en alguna ocasión de manera temeraria para demostrarle su amor, poniendo en riesgo su vida, pero cuando ésta falleció de parto, a él se le fue la cabeza y enloqueció, casi literalmente, de dolor. Se atrincheró en las habitaciones de su esposa con su cadáver y se negaba a salir ni ha dejar entrar a nadie, ni siquiera para comer, y al final tuvieron que llamar a sus personas más allegadas para que lo sacasen literalmente a rastras completamente fuera de si. A la que descuidaron se había largado de la Corte y se había encerrado en un monasterio a rezar, autoconfinado y viviendo como un mendigo. Ni avisó de sus planes, ni dejó regente, ni nada de nada. El hombre más poderoso de Europa protagonizó un plantón real sin precedentes. Fue una crisis de Estado en toda regla, bien disimulada eso sí, porque eso de tener a madre (Juana la Loca) e hijo (Carlos) recluidos a causa de una grave crisis "personal" tras perder a sus parejas, hizo creer a muchos que el mal era "sospechosamente" hereditario. Por la cuenta que les traía fueron capaces de "recuperar" a Carlos después de unos meses, porque eso de tener a una reina loca podía pasar, pero dos reyes locos al mismo tiempo ya era demasiado.
A mí no me cabe duda de que la salud mental de Juana partía de una posición delicada, por decirlo de algún modo. Igual que no me cabe duda de que su estado fue magnificado y se agravó en gran medida por el ensañamiento de su entorno y la profunda soledad y aislamiento a los que fue sometida, algo que probablemente no hubiese sucedido en caso de haber sido varón. Si no reinó no fue por locura, fue por su condición de "loca" y de mujer, una muy mala combinación para la época, y también, por qué no decirlo, porque ella nunca tuvo especial interés en reinar. Han reinado varones que estaban bastante más trastornados e incapacitados que ella (Felipe V en su segundo reinado estaba ya totalmente ido y el pobre de Carlos II era poco más que un vegetal, por comparar) y, también nos libramos de algún que otro heredero que, bueno, decir que estaba mal de la cabeza se queda corto (Carlos de Austria, primogénito de Felipe II)
Y mira que lo intentó ... pero a la niña le tiraba más el r... del Hermoso que el gobierno (y mira que la trataba como el culo)
Lo del Emperador no lo sabía ... lo de su nieto que estaba como una regadera sí, de hecho Felipe II lo tenía medio confinado.
El único detalle es con Carlos II, era consciente de sus limitaciones y obraba en consecuencia.
Pues no te creas que Carlos IV o Fernando VII eran más listos y sí, menos conscientes.
www.google.com/maps/@41.4999199,-5.0009346,3a,41.6y,268.74h,49.6t/data
Lástima la orientación de la foto 360º, no se por qué, pero sale girada 90º con los polos en horizontal en vez de uno arriba y otro abajo, pero bueno, nos podemos apañar.
Creo que la última vez que estuvimos en ese pueblo, pagamos en pesetas.
Curiosamente, los que achacan todo al patriarcado y quieren colar a Juana por una mujer moderna pasan sus episodios de agresividad, como cuando rajó la cara de una dama de la corte con unas tijeras, por "celos casi comprensibles" y, en suma, "culpa de la infidelidad de su marido"; los momentos en que se negaba a ir a misa no era por "libertad religiosa", sino porque se comportaba como una verdadera maníaca; y no comentan, tampoco, que en Tordesillas (donde fue tratada como madre del emperador, y ninguna manera maltratada) su encierro en sí mismo no es producto de malos tratos, sino de evolución de su enfermedad. De hecho, los Comuneros fueron al castillo con idea de "liberarla" para encontrarse con la sorpresa de que un día les recibía, se mostraba dispuesta a marchar con ellos, y al día siguiente no les recibía, y aún al siguiente hablaba de obedecer sólo a su hijo el Emperador. Comportamiento que corresponde más a un transtorno esquizoafectivo que a un mutismo producido por un encierro prolongado.
Y ya para merendar y no echar pedos, la idea de que la procesión con el féretro de su fallecido esposo, de noche, con Juana que, "vestida de harapos negros, arrojaba platos y demás utensilios contra los sirvientes cada vez que le invadía la ira" y que llevaba la llave del féretro colgada para que nadie -sobre todo mujeres- pudiese contemplar los restos de su esposo.
Lo último que he oído es que Juana, que ordenó el traslado para cumplir la orden de Felipe de ser enterrado en Granada (lo que es cierto) viajaba sólo de noche para evitar la peste que por entonces asolaba Castilla; y que aún puede ser que viajasen hacia Granada "para huir de la Peste". A ver... por mucho que la medicina del siglo XVI no daba para mucho, hasta al más tonto de los médicos de entonces le daba por pensar que la mejor forma de evitar la peste no era colgarse un cadáver putrefacto e ir de aquí por allá por ahí. Ni de día, ni de noche.
Y, por cierto, amigos revisionistas, fíjense en que los testimonios contemporáneos, nobles y plebeyos, que contemplaron los desvaríos de Juana, estuvieron de acuerdo con la locura. Incluso los Comuneros, que no conocían a la Reina, o no la habían visto desde que era una cría, se apercibieron de su estado mental (otra cosa es que, ignorantes en materia médica, lo achacaron a "los malos consejeros del Señor Nuestro Rey")
www.youtube.com/watch?v=lw1Ap_gFEIc&t=195s
Tenia el mismo estado psicologico que la inmensa mayoria de la feministas de hoy en dia... loca de atar