La ciudadanía sigue creyendo que la obligatoriedad de asistir los niños al colegio, impuesta por el consejero de Educación, Javier Imbroda, es una temeridad intolerable que pone en peligro de contagio a los menores. El consejero sigue en sus trece a toda costa, incluso reconociendo públicamente que el riesgo cero no existe. Mientras tanto, el juez Emilio Calatayud, se ha enfrentado a la imposición, declarando que “Si hay garantías al 100% que lo firmen, y el niño al cole; si no, que decida un juez, pero que les dejen el beneficio de la duda”.
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Que les follen. Que vengan a por mí y a por mis hijos.
No sé qué pintan los soldados nazis aquí.
En cualquier caso siempre queda el derecho a la huelga.
¿Por qué tanta insistencia con que vayan?
Cuantos menos, mejor
Absolutamente toda la razón este juez (como casi siempre que habla)
Como el plan. en muchos casos, es la semipresencialidad, dividiendo al grupo en dos que irán días alternos, no se necesitan más docentes. Es decir, inversión cero.
Si un número muy grande de familias se niega a que sus hijos acudan a los centros, exigirán educación online. Eso implica nuevas contrataciones y dotaciones a las familias que no dispongan de medios. Dinero, vamos.
Si siguen metiendo miedo es para evitar invertir en educación. No siendo que nos acostumbremos a pedir cosas lógicas y tengan que dárnoslas.
Mientras tanto, para hacer negocios con los amiguetes siempre habrá dinero y sobres.
¿Cuál sería la única explicación?
No nos importan los contagios. Cuantos más mejor... más pasta... para privatizar por ejemplo los PCRs a profesores.
Habiendo dinero, por qué no se contratan médicos.
Habiendo dinero, por qué no se contratan más profesores para crear clases de 15.
No se contratan rastreadores.