Basado en Cipolla, 1988, Allegro ma non troppo: Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación. A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento revela de lleno la rotunda veracidad de esta afirmación. Cipolla considera que por muy alta que sea la estimación cuantitativa que se haga de la estupidez humana, siempre quedaremos sorprendidos de forma repetida y...
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¡Viva la estupidez!
¡Que muera la inteligencia!
Pero lo que debería hacerse es catalogar los actos como estúpidos y luego ya por extensión las personas que los realizan. Pero no de forma directa, ya que todo el mundo puede hacer algún acto estúpido sin ser estúpido de forma habitual y viceversa.
Y recordad, es preferible ser bandido a ser estupido
cc #3 ser inteligente no reduce la probabilidad de ser estupido. Un inteligente caera en estupideces de una forma diferente de una persona con pocas capacidades cognitivas, pero encontrara otros mecanismos de liarla. La tasa de estupidos es constante entre diferentes colectivos/demografias.
es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Dunning-Kruger
Pero esto puede explicar la Cuarta Ley Fundamental: (...) Los no estúpidos, en especial, olvidan que (...) asociarse con individuos estúpidos [es] un error.
Hipótesis adicionales a las dadas que explican la Cuarta Ley:
- 1) Los no estúpidos son estúpidos en sus relaciones con otras personas. Todos (o casi todos) somos estúpidos.
- 2) Los estúpidos a veces aportan cosas positivas en otras cosas en las que no sean estúpidos.
¿Qué hacemos escribiendo o leyendo menéame? pues entre trol y trol, a veces te enteras de una información interesante.
Votante de Vox => idiota, votante de Ayuso => idiota, quieres un estado más pequeño => idiota egoista o malvado. Votante de Trump => idiota. Votante Brexit => idiota y así con todo...
El meneante promedio mete en el saco de los idiotas a la mitad de la población mundial, y se queda tan pancho.
Los misántropos erramos menos en esos cálculos.