Fue avistada en aguas de Lanzarote prácticamente inmóvil y tan cansada que apenas se movía. Los cabos se le habían enterrado en la carne y le seccionaban la aleta caudal, y el animal parecía más delgado de lo habitual en su especie, lo que hace pensar que llevaba días aprisionado y no podía moverse para buscar alimento, lo que lo hubiese acabado matando. Es un ejemplar juvenil y fue localizado el viernes cuando miembros de la SECAC realizaban un censo de ballenas y delfines.
|
etiquetas: ballena , canarias , mar , pesca , ecologismo