En la actualidad, asistimos a un nuevo orden, basado en el caos dominante en el Norte de África y en Oriente Medio. Como resultado de la seudo llamada primavera árabe, la mayoría de las revueltas fueron instigadas desde el exterior, se produjeron unos hechos cuyas consecuencias no estaban previstas o no eran demasiado claras. Y qué casualidad, que estos levantamientos se produjeron, mayoritariamente, en repúblicas laicas como Túnez, Libia, Siria, por ejemplo; mientras las monarquías feudales fueron un remanso de paz...
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etiquetas: libia , áfrica , primavera árabe
La primer parte es lo que se había conseguido con el gobierno de Gadafi. Lo segundo es por que destruyeron el país y lo convirtieron en uno de los peores destinos del planeta. Esto es el máixmo exponente de la democracia que exporta EEUU y sus secuaces de la OTAN.
Obviamente dentro de los rangos del estado y el ejército había clases, pero el libio de a pie que no osara molestar al régimen tenía de todo. Como los kuwaities por ejemplo.
Hasta que recuperen pasaran 20, 30 años o más. Work done!
No soy de derechas ni de izquierdas. La derecha y la izquierda son ambas ramas del mismo tronco.
Muy avanzados fueron en su día en la capital, mientras la población rural estaba en la mierda.
Y cómo está ahora el país.
en serio, deja de relacionar a Podemos con todo los problemas del mundo...etarras, rusos, iranies, venezolanos... y segun tu tambien Libia.....
En realidad no. Recuerdo protestas en este período en monarquías del golfo, lo que ocurre es que siendo dictaduras se limitaron a aplastarlas sin contemplaciones... y por ser países exportadores de petróleo, sin que occidente levantara la voz.
Si vamos a España, durante la República hubo avances en las ciudades y grandes ciudades, pero el mundo rural y las pequeñas ciudades no lo vivieron tanto. Por eso, el franquismo tuvo un fuerte apoyo del mundo rural. Lo mismo ocurre en Libia, y esos países, donde los islamistas radicales principalmente provenían del mundo rural y era el caldo del cultivo porque los avances no llegaban allí.
Es como los lacayos de los matones del colegio, que les ríen las gracias porque no son ellos las víctimas de sus abusos.
—¿Y a usted qué le pasa?
—Es que me han instigau, mire. Tan tranquilo que estaba yo y ahora tengo unas ganas locas de acabar con este régimen.
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