La actuación del árbitro marcó el partido entre los equipos infantiles de Mensajero y Tenisca, en La Palma. El partido, de hecho, ni llegó a completarse. El colegiado se hizo protagonista desde los primeros minutos, con quejas de los aficionados en la grada que se tornaron en gritos. Nada serio, sino cosas como "gomero hediendo", en alusión a su familia materna, ya que el árbitro es vecino de la zona.
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Que alguien le diga a los padres que el deporte es otra cosa.
Y que en estos casos se alejen de sus hijos, que no les hace ningún bien tenerlos cerca si están en ese plan.
La desvergüenza de este medio es mayor por cuanto, en otros casos, si los insultos se han dedicado a mujeres o personas de otra raza, 20 Minutos se las ha dado de campeón de la lucha antiviolencia y el Fair-Play deportivo.
Supongo que no veremos una campaña exigiendo el cese fulminante de quien ha escrito esta incalificable bazofia
Sé que vas en broma, pero en realidad, si la intención es ofender, es un insulto tan censurable como llamar a un árbitro "negro maloliente" o "sudaca"
Lo que me indigna son, no tanto los insultos (han existido toda la vida en fútbol) como las justificaciones del que escribe la crónica... Y más en un partido de infantiles
Ahora en serio: creo que los insultos y la ofensa no deberían ser censurados. Son de mal gusto, pero en última instancia lo máximo que pueden herir son los sentimientos.
Ahora bien, a mí tampoco me ha hecho gracia que insultasen al árbitro apelando a su lugar de procedencia, y está mal que el autor de 20 minutos le reste importancia al asunto.
mereces también el positivo. Un abrazo