Me atrevo, con cierto temor y desconfianza, a plasmar en estas líneas mi opinión sobre el sanguinario mundo del toreo a pesar que con ello levante tantos odios como enemistades, sobre todo entre aquellos que todavía consideran que la cruel matanza animal forma parte de la tradición española, como lo son el vino y las sevillanas. Un recurrido argumento para intentar excusar una actitud que roza lo insolente y lo inhumano.
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etiquetas: matanza , toros , crueldad , fiesta , nacional , asesinato
Pues sencillamente NO. Un toro de lidia vive como un "rey" (en términos de ganado claro), de toda la cabaña de toros de lidia, apenas unos pocos llegan a la pazas. Durante su vida (larguísima en comparación con cualquier otro tipo de ganado) vive al aire libre, en dehesas y prados. Es cuidado con cierto esmero por los ganaderos (lógico, viven de eso) y finalmente los elegidos (que ya es una putada que te elijan) mueren a manos de un tipo con una espada. De una forma ciertamente violenta.
Yo me pregunto, ¿alguien ha estado alguna vez en un matadero? ¿Alguien a visto como es la vida de un vulgar ternero desde su nacimiento a su muerte? Mejor no lo hagáis, dejaríais de comer carne os lo aseguro. O un cerdo, o un cordero, o incluso un pollo.
Hay cierta demagogia en todo esto, si se prohibiesen las corridas de toros, encierros y otras vainas similares, el Toro de lidia desaparecería también, las fincas (muy grandes por cierto) destinadas a la cría de este tipo de animal acabarían reconvirtiéndose en algún tipo de urbanización con campo de golf incluido. Y las dehesas serian algo así como "Dehesa de San Luis, un lujo para los sentidos, golf y piscina incluída"
Ya puestos que prohíban que un pollo viva 56 días, que prohíban que una ternera camine un kilometro en toda su
cortavida y de paso, que sea obligatorio ser todos vegetarianos,..., en fin, me parece una postura poco sólida.La ej-paña cañí y cutre, rancia, de pandereta, cabra, toros y sangría es un tanto avergonzante, por lo menos para mi; que cuando me han dicho eso de "españa ¡toros y olé!" he lamentado profundamente no decir que soy apátrida.