Cada día, algún pueblo de España sufre un apagón o pierde la línea telefónica. Cada semana alguna línea ferroviaria se interrumpe durante horas. La causa está en la sustracción del cable de cobre, metal cuyo precio se ha triplicado en cinco años y puede doblarse en breve según algunas estimaciones. Una tonelada de cobre se paga a 6.000 euros. Alrededor de nuestras casas y nuestros campos hay cientos de miles de toneladas enterradas como si se tratara de un descomunal yacimiento.
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etiquetas: cobre , pico de producción , robo
Por cierto, #5 #6 y #9, las ratas y cabrones son los que compran el cobre, que es a por quien hay que ir. Y no hablo del chatarrero gitano, porque ese se lo vende a un listo que es el que luego lo funde y lo vuelve a revender a las empresas que fabrican cable, o lo exporta a África. A ese tipo es al que le colgaba yo, que además es el auténtico culpable de que el precio del cobre se multiplique.
El comprador debe tener garantias de que ese cobre no es robado, y no hacer la vista gorda como un notario.
Si lo peor que la culpa no es de quien roba sino quien compra, maldito país donde la impunidad premia a la gente sin escrúpulos.