El vídeo muestra a la hembra de mantis, mucho más grande y poderosa que el macho, atrapar a éste cuando se aproxima para aparearse y devorar completamente su cabeza. Hasta aquí parece que el apareamiento ha terminado antes siquiera de empezar, pero no es así, la hembra libera el cuerpo decapitado del macho y este comienza a moverse lenta y mecánicamente hasta situarse sobre ella y fecundar sus huevos en una escena digna de una película de terror.
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etiquetas: mantis religiosa , naturaleza , documental
www.youtube.com/watch?v=S5syHQP6aaI
Aunque no digo que no sea bueno refrescar ciertas cosas.
La señorita mantis cortó la que no tenía sangre en ese momento y por lo tanto el corazón y la otra cabeza siguieron a lo suyo.
Pero al estar en medio, satisfacer eso es lo único que satisface nuestros dos centros de pensamientos.
Si comemos mucho y bien, justo después es el único momento en que no nos apetece ni pensar ni follar.
Joder, me voy a la cama. Me siento M. Rajoy.
Los seres humanos tenemos mucha suerte. Aunque las feministas tengan más en comun con las mantis religiosas que con los seres humanos.
#11 No sé que eso de emoujar pero me lo apunto fijo.
La mantis macho no parece muy obligada tampoco... No?
cc #28
Ahora que la iglesia ya no pinta nada para castigarnos ellas mismas están usando todo lo que nosotros habíamos construido (juzgados, civilización, ciudades y tecnología) contra nuestras necesidades reales y, por ende, contra nosotros mismos.
Muestran ese "Retiro sexual" llamado matrimonio que, las más de las veces, degenera en "padre pagalotodo que es el último en casa en materia afectiva y en el tema sexual te despacho, con mala cara, una vez al mes y vas que chutas", mientras intenta criminalizar, además de la prostitución, cualquier expresión sexual masculina, por ligera que fuere, muchas veces derivada de la propia compulsión natural y real que todo varón, bueno o malvado, experimenta en una gran parte de su vida.
Yo he de decir que la institución del matrimonio no va conmigo, pero por otras razones.
#54 Ah, por cierto comparto género con la comedora de cabezas, pero ningún interés en subyugar ni a unos ni a otros ni a nadie.