Miguel Rodríguez, el dueño de este emblemático establecimiento, se inició en el oficio vendiendo cómics con 12 años en el Rastro Abrió en 1988 y ha vivido la separación de sus socios, el nacimiento del manga y el mejor momento de la calle del cómic
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Hubo un tiempo en que un triste cómic era un tesoro.
Alita, ángel de combate, Razas de Noche...
No recuerdo si era este u otro de la calle, supongo que este, pero la última vez que pasé por allí vi el letrero de que se traspasaba el negocio, no que cerrase.
"Liquido el local porque me jubilo dentro de cuatro meses. Llevo aquí 37 años, ya cumplo la edad y hay que retirarse."
Al menos me alegro de que no sea porque le no haya quedado más remedio porque le esté yendo mal.
Pues sólo puedo decirle que disfrute de la jubilación, que un descanso se lo ha ganado de sobra.
Pero bueno, en general la ruta perdió adeptos con el nuevo siglo
En la misma calle sí cerró hace no mucho Viñetas. Una tienda de Comics que era de mis favoritas, con charlas y firmas de autores de muy bien nivel.
Espero que está vez tampoco llegue a cerrar definitivamente y alguien se haga cargo de ella aunque el dueño actual se jubile.