El 40,6% de los niños españoles de 6 a 9 años tiene exceso de peso: un 23,3% sufre sobrepeso y el 17,3% obesidad. Además, entre estos últimos, el 4,2% son casos de obesidad severa. Estos son los datos que se desprenden del estudio Aladino 2019, realizado entre 16.665 escolares entre estas edades, y que ayer presentó el ministro de Consumo, Alberto Garzón
|
etiquetas: obesidad , infantil , mitad , epidemia
Sus amigos, cruasanes de chocolate, galletas, zumos de tetrabrick, bocadillos de chocolate, y demás porquerías azucaradas y procesadas. Que los niños todo lo queman.
Y les hablas de comer fruta o verdura a los amigos y no veas las caras. Los hay que no comen fruta nunca. Yo no entiendo a los padres.
Si les das de comer basura, no esperes que no engorden.
Pero vaya, si los adultos están como chetos tampoco es de sorprender que sus hijos rueden. Y no es cuestión de ser un talibán del azúcar o del pan, que antes había azúcar y pan y chocolate y churros. Es cuestión de un poquito de mesura y de comer de todo, además de moverse todo lo que se pueda.
El moverse más y, una cosa que jamás se comenta, pasar frío, ayudaban a mantener un peso más bajo. Porque sí, pasar frío es una forma maravillosa de adelgazar (también de enfermar, claro). Pero ahora, que en invierno rara vez estamos a menos de 21 grados en sitios cerrados, que tenemos ropa térmica, que le damos a la calefacción como si no dejara huella, pues hemos eliminado otro factor que quemaba mucha chicha.
Lo que no había antes era tantísimos ultraprocesados, diseñados específicamente para saltarse todos los mecanismos de saciedad de nuestro cuerpo. Eso de "empiezo a comer y no puedo parar", que pasa con montones de alimentos, desde patatas fritas o refrescos a todo tipo de galletas y dulces, pasando por salchichas o hamburguesas. Si un día te pones a comer mierda, entre picoteos, hamburguesas, refrescos azucarados, salsas y postres te metes 2000 kcal en una sola comida y no te das ni cuenta. Eso con un guiso de los de antes no te pasa porque antes te notas lleno y paras de comer.
Luego claro está aquello de que antes un amplio porcentaje de los trabajos eran fisicos, el mismo porcentaje que ahora consiste en estar sentado. El ocio ídem, y las costumbres sociales no ayudan, porque si le dices a alguien que para paliar esto, por cada hora sentado en el trabajo pare un par de minutos para hacer 20 sentadillas o subir y bajar una escalera, te va a decir que se siente estúpido y que lo miran mal, esto lo digo por experiencia profesional propia (soy entrenador)
Pero el que quiera destrozarse la salud a base de azúcar y luego que le cuidemos con la sanidad pública, que lo pague.
Exactamente igual que con el tabaco, mira tú.