Los pacientes denuncian que las nuevas agujas presentan numerosas deficiencias, provocando dolor en el momento de usarlas, hematomas y llegando incluso a romperse. Hace tres años el SERGAS adjudicó el contrato de suministro de agujas a una nueva empresa, que le ofrecía un precio menor, con el consecuente ahorro económico. En la denuncia, SOS Sanidad Pública incorpora varios de estos casos, documentados, y por ejemplo una radiografía practicada a una usuaria en la que se observan los restos de cinco agujas alojadas en su abdomen.
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Hace tres años el SERGAS adjudicó el contrato de suministro de agujas a una nueva empresa, que le ofrecía un precio menor, con el consecuente ahorro económico. Sin embargo, parece que la calidad ofrecida no está a la altura de los anteriores instrumentos. Xosé María Dios dice, portavoz de SOS Sanidad Pública en Compostela, demanda que el SERGAS recupere cuando menos el contrato anterior, para garantizar la calidad en los subministros y el bienestar del pacientes. "El ahorro que la Consellería consiguió fue nimio", destaca. "Estas agujas rompen, le provocan mucho dolor a algunas personas y tenemos que tener en cuenta que hay pacientes, sobre todo niños y niñas, que deben pincharse tres o cuatro veces al día", explica. "Además"
añade"hay otro problema, pues las agujas no ajustan bien, no cierran correctamente, impidiendo administrar la cantidad exacta, y provocando riesgo de hiperglucemia e hipoglucemia".En los últimos meses SOS Sanidad Pública ya alertó de esta situación a la Consellaría y a la Gerencia de Atención Primaria de Compostela, sin obtener una solución. También presentó una reclamación ante la Defensora del Pueblo, que se la trasladó al Gobierno gallego, descartando finalmente la petición, una vez que desde la Xunta se argumentó que el contrato de estas ayudas había sido adjudicado por una comisión y mediante un procedimiento ajustado a la ley. "Los políticos no piensan en los usuarios, seguramente piensan en las leyes y en las normas, pero no están mirando por las consecuencias de estas decisiones", critica Xosé María Dios, que recuerda que en Galicia hay 300.000 personas diagnosticadas de diabetes, aunque hay aún "muchas más no diagnosticadas", añadiendo que "cada vez hay más niños y niñas" con esta enfermedad.
Y mientras tirando dinero en subvenciones para amigietes, viajes, mamarrachadas varias...
Es una putada, pero si hubiera ganado la que que ofrecia un precio mayor todo el mundo sospecharia de sobres y comisiones.
#2 Más que homicidio involuntario yo diría homicidio por imprudencia.
Ya estamos criticando lo público porque sí. Cuando pasa eso es porque el pliego está mal hecho o el comité encargado de decidir ha recibido "incentivos" de alguno de los candidatos.
Se puede perfectamente exigir unos estándares de calidad que, si no se cumplen, no sólo se vuelve a cambiar de proveedor; es que la empresa podría llegar a tener que pagar una compensación por los gastos derivados de haberse comprometido a algo que no ha cumplido.
Lo de escoger la más barata ni ocurre en todos los concursos públicos ni tampoco es la norma legal. Todo depende de los requisitos que pongas en el pliego y del sistema de puntuación que diseñes.
Es más, se puede obligar a que si no cumple un mínimo de calidad (fácilmente medible en alguna prueba independiente), ni siquiera puedan entrar en el concurso.
De cualquier forma, el artículo es una autentica tontería. Yo soy diabético tipo 1, diagnosticado por el SERGAS por cierto. Llevo 16 años pinchándome un mínimo de 5 veces al día. He probado docenas de diferentes tipos de agujas en los 4 países que he vivido (bueno, 3 países pero 4 servicios de salud, i.e. Galicia, Uk, Madrid y Alemania), unas mejores otras peores, eso es cierto, pero nunca se me ha ocurrido quejarme porque unas agujas me hacían un poquito más de daño que otras, o porque aparece un pequeño moratòn etc.
De hecho los fabricantes de agujas siempre recomiendan usarlas para un solo pinchazo, yo he llegado a usar la misma aguja para un boli entero, como decía alguien arriba unos 60 o 70 pinchazos, y nunca me ha pasado nada. Lo peor de ser diabético no es el pinchazo de la insulina ni muchísimo menos.
No seré yo quien defienda al sinvergüenza de Feijoo ni a su pandilla de mafiosos, y anda que no habrá razones para criticar su gestión y la de su banda de sicarios pero esto me parece una autentica tontería.
Una pluma de insulina tiene 300 unidades de insulina. Para poder usarlo en 70 pinchazos tendrías que pincharte 3 unidades por pinchazo (gastando una unidad al menos para quitar el aire de la aguja serían 4 unidades por pinchazo).
Si en el pliego especifica agujas hipodermicas de diverso calibre y que cumplan con las normativas de calidad y diseño, y no añades nada de criterios extra ni baremos de calidad ni nada de eso te puedes encontrar con lo que se han encontrado.
Se podrá cancelar y prorrogar el contrato anterior hasta que se modifiquen las condiciones pero la empresa adjudicataria tambien se va a pelear y a lo mejor te sale mas caro.
En Osakidetza tuvimos una partida de fabricación italiana que era la mayor mierda del mercado, cuando se gastaron al menos no se volvieron a comprar
Tengo familiares directos con diabetes y si bien no conozco problema con estas agujas o las anteriores, puedo entender que alguna gente sea menos habilidosa y puedan romper la aguja por brutos o patosos (de ahí los moratones?)
Piensa por ejemplo en niños o personas mayores con dificultades motrices. Sin querer, puedes mover el boli para un lado y cargarte la aguja. Difícil, lo se. Pero posible y hay por lo menos documentado un caso.
No creo que haya mucha gente que espere a tener 5 agujas clavadas en la barriga para ir al médico, pero es evidente que alguno hay...
Creo que a pesar de que sea algo puntual, la denuncia tiene gran parte de razón.
Simplemente quería dar mi opinión, de que a pesar de haber usado agujas mejores y peores, nunca fue una preocupación para mí. Sí que lo fue, en cambio, el hecho de que cada vez me diesen menos tiras reactivas y eso sí que lo considero mucho más grave. En Madrid por ejemplo en el 2013 me daban dos cajas de 50 tiras al mes, una tercera caja si insistía mucho.
Respecto a las agujas, no tengo experiencia con estas agujas en particular, quizás no debería comentar al respecto. Intentare hacerme con una la próxima vez que vaya por allí de vacaciones.
En general me molestan mucho estas noticias o artículos que hablan sobre diabetes sin el menor conocimiento ni rigor. Sacado de la misma noticia:
"Xosé María Dios, que lembra que en Galicia hai 300.000 persoas diagnosticadas de diabetes, aínda que hai aínda "moitas máis non diagnosticadas"
Evidentemente Xose Maria Dios no tiene ni idea de la diferencia entre la diabetes tipo1 (también llamada insulino-dependiente) y la tipo 2 (la más común y que no suele necesitar inyecciones de insulina)
Por ejemplo: una señora que iba al médico a por gasas todas las semanas, porque las necesitaba para su lesión. Montaba un pifostio de narices si no se las recetaban, simplemente para tenerlas gratis. ante la cola de paciente esperando, el pobre médico cogía y se las recetaba para no aguantarla... Un día descubrieron que la función de la gasa era ponérsela en el hombro cuando iba a coger el coche, porque le molestaba el cinturón de seguridad y así lo amortiguaba.
El daño y la reparación del problema puede superar con creces el supuesto ahorro.
El tema sería ver que si fue concurso público cómo ganó esa empresa y si ellos tienen responsabilidad
A ver, la propia enfermera qur me pincho me confirmo que las agujas eran de baja calidad y eso causo el problema...de verdad creea que no tiene nada que ver con el.tema tratado en la noticia??..
que patrocina un montón de actividades que llevan a cabo asociaciones. Era tan conocida la presión que estaba haciendo esta empresa en dichas asociaciones para que rechazasen cualquier otra aguja que no fuese la suya, que se tomó la decisión de llevar a las licitadoras a probar a este Instituto previa adjudicación y se instauró un protocolo de recogida de incidencias en todos los centros, para recoger las posibles agujas y lotes con fallos para su comprobación.