Sólo uno de cada cinco españoles estaría dispuesto a luchar por su país, uno de los porcentajes más bajos de un continente, el europeo, que no tiene demasiada querencia por partirse la cara por su patria: los holandeses son los menos beligerantes de Europa (y del mundo), con solo un 15% de respuestas afirmativas a la pregunta “¿Estarías dispuesto a luchar por tu país?”. En el otro extremo de la balanza están los asombrosos finlandeses, 3 de cada 4 dispuestos a batirse el cobre por su bandera, un porcentaje un punto por encima del de los turcos.
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Y ese uno es de los que nunca iría y nunca dejaría que sus hijos fuesen a la guerra.
Por otra parte... Luchar para que? esa es otra. Si hay que defenderse o ir a servir intereses privados.
Primero. En realidad el porcentaje de la población que tiene el "espíritu del guerrero" es bastante pequeño. Estamos hablando de una minoría que quizás ni llegue al 10%. Hablo de gente que está dispuesta a matar, y quizás morir en cualquier momento. La mayoría de la gente si se ve en un campo de batalla es incapaz de apuntar con un arma y llegar a matar a alguien. Esto se descubrió por ejemplo con un estudio que se hizo en la Segunda Guerra Mundial.
Segundo, en la guerra actual, altamente tecnificada, la mayor parte de la población es movilizada para sostener a las unidades de combate. Por cada soldado, igual necesitas 20 o 30 personas por detrás sosteniendo la maquinaria militar en transporte o industrias. Mucha gente no estaría dispuesta a coger un arma y luchar en un campo de batalla, pero a lo mejor sí estaría dispuesta a trabajar en un almacén de municiones por ejemplo.
Creo que esos factores pueden variar las estadísticas
Punto final.
Nadie está libre de ello, ni siquiera soldados entrenados y zurrados en combate.
El artículo va de quien es (presumiblemente) tan gilipollas como para coger un arma y matar en nombre de su país, cosa muy distinta de ser un puto héroe kamikaze.
Y después con Augusto volvió al cambiar con la profesionalización de las legiones.
Pero en toda la historia de Roma, en los momentos de crisis se llamaba a las armas a los ciudadanos, y las exenciones se compraban y vendían más o menos abiertamente.
La caballería se reclutaba entre los pueblos aliados y mercenarios extranjeros, y tenía un papel auxiliar.
En Europa hemos tenido la inmensa suerte (ya nos tocaba después de la cantidad de siglos de guerras que hemos disfrutado) de pasarnos casi 100 años casi en paz cobijados bajo el paragüas nuclear yankee. Y ahora una enorme cantidad de gente piensa que no hace ninguna falta la defensa, que nadie nos va a atacar, que si nos atacan mejor, que gane el otro (las ridiculeces que os he leído, por Dios: para defender a estos corruptos, que nos conquisten, ¿de verdad pensáis que un invasor iba a tener un gobernante menos corrupto que los nuestros?).
En fin, espero que la cosa siga más o menos así y nunca necesitemos de verdad defendernos.