El acento andaluz entra en el debate político en el Senado. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido el uso de expresiones como "chiqui", "miarma", "cariño" o "chiquillo", que, según ha recordado, los andaluces emplean "todos los días", ante los intentos del PP de utilizarlas para "desprestigiar" Andalucía.
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Pd: la mayoría de los hispanohablantes del mundo hablan un español más parecido al andaluz que al español de Castilla.
Los andaluces también saben hablar y escribir formalmente cuando el contexto lo aconseja, y eso no supone renunciar a ser andaluces, sino tener una cierta educación.
Coño, que es la PORTAVOZ. Es como si contratamos a un policía parapléjico para patrullar las calles o ponemos a un ciego vigilando las cámaras de seguridad. Salvo que en este caso el parapléjico va en silla de ruedas porque le apetece, y el ciego no ve porque se tapa los ojos. Que hable en un dialecto natural que exista, en el suyo propio materno, que a nadie le molesta, y deje de inventarse su propio acento artificial e incoherente. Si es que las personas más irritadas con ella tendrían que ser los sevillanos por despreciar su acento hasta el punto de intentar deshacerse de él (con poquísimo éxito).