Tilghman describió a Green, de 21 años, como «un muchacho habituado a la violencia y a los asesinatos» y traumatizado por la muerte, en diciembre, de su sargento, quien recibió un balazo en la garganta en un momento en que el batallón perdía un soldado a la semana. «Tengo que estar aquí un año y no puedo hacer nada. Quiero volver a casa vivo. No me importa Iraq», dijo Green.
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Tampoco es correcta la expresión "Te referís", si nos ponemos así.
Este tipo de monstruos ignorantes es lo que está proliferando por el mundo. Espero que le metan una bala en el culo a él, más que nada para que vea lo que siente una hormiga.