Los megapalacios flotantes, de unas dimensiones sin parangón en el mundo clásico —tenían 73 metros de eslora por 24m de manga y 71x20m—, no se conocen gracias a los relatos exagerados de las fuentes antiguas, sino a la ciencia, a la arqueología. Ambos navíos fueron estudiados en las décadas de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, e incluso se llegó a construir un museo en el propio lago donde se expusieron sus vestigios y tesoros. Sin embargo, no lograron esquivar la destrucción de la II Guerra Mundial y quedaron reducidos a cenizas.
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Qué pena que no hayan desaparecido también las ruinas de la civilización egipcia, testigos mudos de las atrocidades perpetradas contra el pueblo por los faraones durante siglos
Siguiendo tan absurdo argumento, destruyamos todo rastro de la historia pasada (y de la contemporánea mucha), ¡vivamos en la indigencia cultural y en el analfabetismo absoluto!
Te has puesto a la altura de los talibanes. Muy triste lo tuyo, pero mucho.
Bueno, se va a misa los domingos gracias a él, así que ha dejado huella.
Eso es lo que se creen los cristianos ... aquí Constantino metió doblado el culto al Sol Triunfante a todos los obispos (que para eso era el que pagaba)
Y no comparto del tola afirmación, Heliogabalo es bastante conocido precisamente por su extravagancia.