Hoy en día, a cualquier militar le meterían un tremendo puro administrativo si le pillasen drogado estando de servicio. En cambio, a los soldados del Tercer Reich no sólo no se les castigaba, si no que el Ejército alemán era el camello del barrio. A finales de los años 30, cualquiera en Alemania podía acercarse a la farmacia de la esquina a por un bote de anfetaminas con las que hacer más llevaderos los interminables discursos radiados del tito Adolf. La vitamina para adultos se llamaba Pervitín, un vigorizante fabricado por Temmler Werke.
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www.meneame.net/story/speedkrieg
Aunque es de hace tres años, y no tuvo mucho éxito.
www.tempusfungui.com/one_news.asp?IDNews=214
segundaguerramundial.es/drogas-en-la-segunda-guerra-mundial/
Y legalizándolas, muchas de las consecuencias negativas de su régimen legal actual desaparecerían.
Las consecuencias se pueden minimizar si se pasa por una buena educación, donde se te diga qué puedes tomar, cuando lo puedes hacer, que pautas debes seguir o cómo lo debes hacer y donde puedes hacerlo.