No son familia. El primero es el dueño de Dell Computers. El segundo es un diseñador web residente en Mallorca. Al Dell diseñador no se le ocurrió otra cosa que llamar a su sitio web
www.dellwebsites.com/ y al Dell manufacturador no le ha gustado que su apellido aparezca en una web que no pertenece a su emporio. Y ha mandado a sus abogados a que le hundan al otro en la miseria reclamándole no sólo su dominio, sino varios centenares de miles de euros por supuesto parasitismo y competencia desleal. Ahora los amigos de Paul han abierto un blog para denunciar el caso y recoger fondos para ayudarle a afrontar los costes judiciales que le vienen encima. Perro mundo.