La tendencia conocida en inglés como fast furniture (algo así como mobiliario rápido) ha conquistado la industria del mueble. El aumento de la demanda, junto con el crecimiento de la fabricación en países emergentes y las facilidades para el transporte y el comercio internacional han allanado el camino. Esta forma de consumo masivo tiene repercusiones ambientales. Cada año, particulares y empresas europeas desechan alrededor de 10 millones de toneladas de muebles, según datos de la Oficina Europea del Medio Ambiente.
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Lo que hay es mucha envidia. Luego las cadenas españolas casi todo lo que venden es contrachapado y plástico, como para hablar de calidad.
Otra industria que se cargan los millenials por ser pobres
Dudo mucho de que tus hijos vayan a querer heredar del Ikea, los míos, los venderán más caros de lo que yo los compré a precio de amigo.
Es mejor para la ecología que los pobres no tengan más que un colchón y a lo sumo un cuenco para el arroz. Los ricos, al ser pocos en cantidad, que se permitan los lujos de muebles buenos y caros.
Es el mismo planteamiento, móntalos tú, solo que son de Guipúzcoa, y además usan madera sostenible (certificación forestal PEFC).
Y en comparación con Ikea las piezas grandes se nota más macizas, en Ikea muchas de las grandes serían de conglomerado.