Los tatuajes fueron durante mucho tiempo motivo de desacuerdo entre generaciones, pero a medida que pasa el tiempo la gente se muestra más abierta. Aunque a una madre del Reino Unido le resulta bastante difícil convencer a los empresarios para que le den una oportunidad, ya que tiene más de 800 tatuajes que la cubren de la cabeza a los pies. Melissa Sloan, una mujer de 46 años que se autorreconoce como “adicta a los tatuajes”, vive un drama: no consigue trabajo por su condición física. Dice que las empresas no la contratan por su aspecto.
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Y también conozco gente con 40, y no llenarían un brazo si los juntas.
Cuando Clark Ken empezó a trabajar en el Daily Planet, se puso traje.
El aspecto importa.
Aunque no debería.
Adolfo Guirao se tatuó una svástica nazi bien grande en toda la frente. Una svástica cuyas aspas parecieran que le iban a cercenar las cejas.
Encantado con su magnífico nuevo look, y dado su intachable CV como operador de sonido, fue a solicitar un puesto para el programa "Carne Cruda", que buscaban a uno.
Apenas le vieron aquellas líneas oscuras rotando en su frente le dijeron, de buena manera, que:
—Es que tenemos otros candidatos. Ya te llamaremos si eso...
No lo llamaron y a Adolfo le sentó como un tiro.
—¡Es discriminación! —gritaba—. Es una puta discriminación —bramaba.
Pobre Adolfo, que no consiguió encontrar trabajo en ningún medio de comunicación de izquierdas...
Pues porque lo ha dicho, que sino nadie lo hubiese pensado ...
-El tatuaje es una forma muy explícita de decirle a alguien "me gusta tirar el dinero en gilipolleces"
-Con la de buenas causas que hay para apadrinar, me da grima ver a alguien que no tiene otra cosa que hacer que tirar el tiempo y el dinero en lo más superfluo.
Yo le recomendaría abrir su propio estudio de tatuajes, aunque viendo la calidad...
Y conste que a mí me espantan los tatuajes en general, pero sobre todo en la cara.
Soy decrecentista, estoico y austero. Se nota?