A primera vista, Tesla parece tener un problema con las llamadas a revisión de sus productos. En Estados Unidos, Tesla ha llamado a revisión unos 6,7 millones de automóviles en los últimos dos años, lo que representa aproximadamente el 14% de las llamadas a revisión en EEUU, aunque Tesla sólo represente el 1% de todos los vehículos de pasajeros que circulan por las carreteras estadounidenses. Más del 90% de los retiros de Tesla se manejan con actualizaciones de software inalámbricas que no requieren una visita a un concesionario.
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Vaya, entonces a lo mejor podríamos llamarlo "llamada a revisión", ¿como en el resto de fabricantes? Notición imprescindible.
A lo que se refieren en el artículo que de 6.2 millones de "llamadas a revisión" que ha recibido la marca, alrededor de 500.000 han sido por causa de hardware y no por software, aproximadamente como les ocurre a las demás marcas proporcionalmente a su cuota de mercado.
Es decir, hay 5.7 millones de "llamadas a revisión" a Tesla que no implican ir a un taller. Básicamente actualizar el software, como fuentes de escritura, sonidos de advertencia, visualización de señales y temas similares.
Suena guay, no?