Lo que debía de ser un sistema de información turística y de servicios de la ciudad, aportando al viajero datos sobre las actividades culturales y de ocio que se desarrollan en la capital, se convierte sin embargo en un tentáculo más de las pantallas LED instaladas por el propio Ayuntamiento de la ciudad y que se han convertido en un elemento más de la propaganda municipal, con un sesgo muy concreto. Se incluyen algunos mensajes. Uno de ellos es, cuando menos, significativo: "A veces el silencio también es una opinión"
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