Del olivar cordobés a la huerta de patata gallega; de los melocotones de Lleida al cereal de la meseta o a los almendros baleares. El campo español, representado en las protestas de estas semanas por rotundos tractores y hombres de mediana edad con chalecos reflectantes, es tan diverso como el país que lo delimita. Campo español son las pequeñas explotaciones familiares en peligro de extinción si nada cambia y también las grandes empresas agrarias con capacidad para mutar con el mercado. Campo español es también, cada vez más, quien lo devora:
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Parece que las que arreglan habitaciones de hotel no tienen un trabajo duro. Los médicos que hacen un turno de urgencias fuera de horas y bastante más de 8h no tienen un trabajo duro. Los que están construyendo una planta solar a pleno sol en verano 8h al día, no tienen un trabajo duro.
Solo los que están en el campo tienen un trabajo duro. Y solo los pequeñitos, solo el 1%. Los que contratan gente como los de #2 ¿tienen un trabajo duro?
Los llamados pequeños, son los que siguen votando a los otros para seguir todo igual.
El problema es que todos sabemos que le interesa a Naturgy y quienes son los grandes en electricidad.
Yo, honestamente, no me conozco el nombre de ninguna gran empresa. ¿Los del tractor son grandes o pequeños? Porque 200 te colapsan una ciudad. Pero son 200. ¿Son representativos?o que está claro que os que hacen el trabajo duro, los temporeros, no se manifiestan.
Así que no puedo evitar una sensación de tomadura de pelo. Además he visto gritar muchas cosas estos días. Y muchas chorradas. Pero las demandas concretas no. Y lo de Marruecos no me vale porque España es exportadora agrícola. Vende mucho más de lo que compra. El saldo son unos 15.000 millones de € a favor del campo español.