[Por Helios F. Garcés] En los momentos en los que escribo estas líneas, el activista Mohamed Said Badaoui está internado en una cárcel para migrantes, más concretamente en el Centro de Internamiento para Extranjeros de Zona Franca, ciudad de Barcelona. El ruido y la ignorancia en torno al islam y a los musulmanes de carne y hueso hacen su efecto. Una vez pronunciado en voz alta el epíteto, la persona que lo recibe se convierte en una amenaza.
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Las religiones no traen nada bueno y habría que considerarlas como un problema social, no a erradicar pero para nada a favorecer.
Entiendo la intención del articulista, pero no la comparto y tampoco argumenta de forma distinta a los "tópicos" de los que dice ser víctima su defendido, solo que es muy querido en su entorno...
Lo siento, pero una persona que se dedica a blanquear aquí su religión, estaría mejor en su tierra si tanto le gusta ese rollo, que a los de aquí nos ha costado mucho conseguir esos derechos y libertades que al final ellos vienen a querer eliminar para que estemos tan mal como ellos en su país.
Saludos.