¿Por qué nos resistimos tanto a creer en un Dios racional?

“No puedo creer en un Dios que quiera ser alabado todo el tiempo.” (Nietzsche)

Las personas creyentes no tienen problemas en asumir la creación del mundo por parte de un Dios racional; simplemente basan su creencia en lo que se entiende como fe: un conjunto de dogmas injustificados racional y empíricamente. Simplemente creen en cierta "revelación", y santas pascuas.

Por otra parte, los no creyentes niegan rotundamente la posibilidad de que el génesis del Universo sea obra de un Ser racional (de algún modo consciente y con voluntad) pero, ¿en qué se basan ellos para suponer tal cosa? Empíricamente por supuesto no se puede apoyar tal tesis, pero sí que se intenta argumentar de manera lógica al respecto. Y principalmente la resistencia en la creencia de Dios se basa fundamentalmente en tres pilares que, en mi opinión, no son tan sólidos como pueden parecer a primera vista:

1º) Se confunde deísmo y teísmo (principalmente con el teísmo de las religiones occidentales).

Creer en un Dios racional como causa del Universo no necesariamente supone creer en el Dios cristiano o en el del resto de religiones monoteístas. Existe una amplia variedad de alternativas a la imagen de ese Dios "humanizado" deseoso de alabanzas el cual es muy poco congruente con el mundo (fundamentalmente con el problema del mal). En especial, es perfectamente posible que la creación del mundo sea fruto de algún tipo de Ente racional el cual no se preocupe lo más mínimo por su obra, o incluso que se aproveche de la misma de algún modo (siendo en ese caso nuestra realidad y lo que hay en ella una especie de herramienta con la que el mundo trascendente sacaría algún tipo de fruto).

2º) Se confunde la idea de que un Creador racional debe ser necesariamente más complejo que un "Creador" (o un proceso de creación) espontáneo y mecánico.

Si el génesis de nuestro (especialmente) apto y finamente ajustado Universo para poder albergar vida inteligente es meramente un subproducto de una enorme realidad natural más extensa (lo que se denomina normalmente como Multiverso); esto supone sin duda la necesidad de explicar la esencia no ya de un mundo (el que vemos alrededor), sino de una ENORME cantidad de otras realidades que trascienden nuestra capacidad empírica (algunos hablan de que habría 100^500 posibles Universos paralelos -un número tan grande que nuestra mente no puede siquiera representar lo que supone tal cantidad-, e incluso dichos Universos podrían ser literalmente infinitos según la propuesta de la eterna inflación cósmica). Pero, ¿de dónde proviene entonces todo este potencial generador de mundos capaz de causar de la nada una infinidad de alternativas? ¿Y qué sustenta además ese Multiverso determinando que sea como es y no de otra manera? ¿Qué causó para empezar al propio Multiverso (cuál es su esencia)? ¿Es el Multiverso algo eterno e incausado (propiedades compatibles con la tradicional idea filosófica -no necesariamente teológica- de Dios)? ¿O por contra tiene un origen y una causa (y volvemos a la pregunta sobre cuál podría ser tal esencia)? Vemos que tirar del principio antrópico y el Multiverso no parece una explicación tan sencilla después de todo por mucho que no haga uso de un "diseñador" racional.

Sin embargo, si por contra el génesis de nuestro (especialmente) apto Universo para albergar vida inteligente es fruto del acto voluntario de algún tipo de inteligencia trascendente (la cual no tiene necesariamente que ser nada ni remotamente parecido a eso de lo que hablan las religiones tradicionales), el problema de explicar la esencia de esta infinitud de Universos invisibles (dentro del Multiverso) queda resuelto. Sólo habría un mundo (o unos pocos, según el gusto del supuesto "Creador"), y ese mundo sería el nuestro: diseñado en su justa medida para que la vida aparezca y evolucione hasta alcanzar entes animados racionales dentro de su ser (el Universo podría -al menos tiene potencial para- estar lleno de vida inteligente). ¿Es más complicado apostar por esta única esencia natural inteligente antes que por un eterno e incausado Multiverso mecánico lleno de infinitos mundos invisibles?

A primera vista parece que el hecho de que exista una inteligencia "Creadora" racional es algo complicado de digerir, pero no debería ser así. Nuestra moderna tecnología está demostrando actualmente lo "fácil" que es alcanzar un asombroso comportamiento inteligente mediante un simple procesado mecánico (computacional) de información (muy similar al que tiene lugar en nuestro cerebro). Los avances en inteligencia artificial en los últimos 5 años han explotado exponencialmente y publicaciones muy recientes parecen indicar que efectivamente la racionalidad, e incluso esa consciencia de la que tanto alardeamos como humanos, será en pocas décadas emuladas en dispositivos electrónicos. La racionalidad ya no es tan milagrosa ni extraña como nos parecía antes, e incluso parece que la podremos replicar (computacionalmente) con relativa "facilidad" dentro de varias décadas.

Y sabiendo ésto, preguntémonos de nuevo: ¿es tan difícil el hecho de que detrás de nuestro mundo haya un acto de creación inteligente cuando nosotros mismos seremos capaces de crear (computacionalmente) inteligencia general en apenas 100 años de esfuerzo intelectual? ¿Es realmente más sencillo creer en un incausado y eterno proceso mecánico cuántico de infinito potencial para la generación de Universos paralelos? ¿No es quizás más sencillo creer que nuestro mundo es único y apto para albergar inteligencia simplemente porque ha sido diseñado para tal fin?

3º) Existen grandes prejuicios en nuestra postura incrédula hacia un Dios racional causado por los grandes males históricos de las religiones organizadas.

Todas las grandes religiones organizadas a lo largo de la historia han causado grandes daños a la humanidad de manera más o menos directa. Muchas de las mayores atrocidades cometidas por el hombre son y han sido justificadas en nombre de Dios. Pero no hay que olvidar al respecto que cualquier prejuicio es un obstáculo en cualquier tipo de estudio que se quiera afrontar.

Pero no se trata de negar lo evidente: las religiones por lo general son grandes sectas llenas de hipócritas dedicadas a la explotación del miedo para obtener fruto propio (normalmente monetario). Pero para ser honestos con la propuesta de un mundo creado por algún tipo de inteligencia, hay que comprender que el hecho de que ciertos grupos de personas hayan utilizado a lo largo de la historia dogmas religiosos para provecho propio no nos puede cegar a la hora de admitir que existen otras muchas propuestas (no teístas en absoluto), donde el mundo puede ser fruto de un diseño inteligente muy alejado del típico "Señor" con barbas blancas que muchos nos quieren vender.

Imaginemos, por poner un único ejemplo; en la propuesta de la Realidad simulada. Si nuestro Universo es causa del procesado de información de un Computador trascendente, eso supondría la existencia de un diseñador inteligente (el creador del Computador). Evidentemente este "Creador" sería inteligente (y posiblemente tendría consciencia), y quizás creo nuestra realidad por pura diversión o a modo de recreación y espectáculo para los demás habitantes de ese hipotético mundo trascendente. En este sentido, para Ellos nosotros no supondremos más que lo que puede suponer para nosotros un personaje del juego de ordenador "Los Sims" (en una futurible versión que lleguemos a crear en donde los personajes posean una consciencia "simulada" dentro de unos escenarios físicamente muy fieles y detallados). Así pues si la hipótesis de la Realidad simulada es cierta, eso explicaría el problema del mal en nuestro mundo: Dios no sería un benevolente Ser amoroso en absoluto sino un caprichoso Programador. Y del mismo modo evitaríamos la necesidad de apostar por infinitos Universos que den cuenta del fino ajuste de las constantes físicas.

Conclusión.

Podemos decir a modo de resumen que hoy día cuando nos paramos a pensar en estos temas filosóficos lo hacemos inevitablemente arrastrando cierta carga de prejuicios personales muy variados. Y lo hacemos desde el bando creyente, pero también desde el ateo. Y precisamente son estos prejuicios, a mi parecer, los que muchas veces nos impiden tener en cuenta la postura deísta intermedia respecto de la posible creación de nuestro mundo.

Y es que cuando se piensa de manera verdaderamente objetiva y honesta sobre el asunto, no parece tan descabellada la idea de un diseño inteligente (Deísta), o al menos no parece una postura mucho más descabellada que esa hipótesis (¿científica?) que habla de una esencia eterna e incausada generadora de infinitos Universos.