El mercado de Olavide, la fábrica de lápices Hispania de Ferrol o el cine Trianón de Valencia son solo algunos de los grandes hitos arquitectónicos que no consiguieron escapar de su demolición
En Valencia añadiría el Palau Ripalda ( en su lugar está la descomunal pagoda en el Pla del Real), el Palau de Parcent en el centro histórico, hoy ocupado por un parking. La "tortada" de Goerlich en la Plaza del Ayuntamiento, que se tiró para hacer plazas de aparcamiento, con 2 cojones...y bastante más que me dejo.
El desarrollismo sesentero se cebó bastante con la ciudad.
Y sobretodo, con la degradación de la arquitectura moderna, poco a poco empeora la calidad e las ciudades.
El desarrollismo sesentero se cebó bastante con la ciudad.