La polémica desatada por Los versos satánicos lleva al límite la controversia sobre la libertad de expresión y el inexistente derecho a ofenderse. Sin necesidad de redes sociales, a Rushdie lo lincharon virtualmente muchedumbres de fanáticos antes de que un clérigo irascible pusiera precio a su cabeza. Miles, quizá millones de injuriados que ni siquiera habían leído el libro, porque, como bien dijo el propio Rushdie, hace falta mucho esfuerzo para leer 600 páginas y luego ofenderse.
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etiquetas: salman rushdie , los versos satánicos , ofensa
Cuanto facha racista islamófobo entre esos nombres...
(sarcasmo)
[...] se lo había buscado por ofender al islam
Cuando le pasa a alguien menos famosete que a Rushide, por aquí se repiten comentarios parecidos.
Cual es el cristiano prototipo? Un latino católico, que con sus más y sus menos vive y deja vivir.
Cual es el musulman prototipo? Hmmm... La cosa se complica un poco.
Hay que saber ver el lado bueno de un hecho trágico: el libro vuelve a estar de actualidad; alguno habrá que lo lea para justificar su tendencia a la ofenderse y, con suerte, se le quitará la tontería; y a los idiotas que se ofendan será más fácil identificarlos.