Una opinión sobre el debate de aspirantes a presidir la CAM

Antes de empezar con mi análisis del debate de ayer, lamentar que solo se haga un debate y encima a la gente pase, nos hemos vuelto amebas, la política no importa, pero luego nos morimos y vivimos en la miseria porque "todos los políticos son iguales". Pues no, siempre los hay peores

Si no te gustan los partidos políticos, monta un partido en vez de ocupar las plazas, y si montas un partido, utilizan la maquinaria más podrida del estado para demostrar que todos los partidos son iguales, y si no es así, me lo invento hasta que lo parezca.

Dicho esto, y que solo por ello creo que debería ganar el Podemos del mártir Pablo Iglesias por ello.

Creo que el debate ha reforzado la imagen de Mónica García, que además creo que se lo merece, al ser la única que ha echo oposición fuerte a una Ayuso más preocupada de desgastar a Sánchez que de gobernar la CAM.

Con estos condicionantes de mi opinión previos, voy a intentar contaros mi opinión, a día de hoy, del debate de aspirantes a presidir la Comunidad Autónoma de Madrid:

VOX solo ofrece el clásico miedo a los inmigrantes y poco más, no deberían tener representación en ninguna institución con estos planteamientos en 2021, pero como dije de los políticos, entre nosotros también los hay más peores, y esos que se tragan esa bazofia. En el debate se vió a Mónica García, que ante la falta de propuestas de Monasterio, y que sólo repetía que hay que reducir el número de parlamentarios de la CAM, le pregunta que si de ahí va a sacar toda la financiación para sanidad, educación, etc. y lógicamente, no obtiene respuesta de la populista. Aunque ojo, no vendría mal adelgazar la asamblea, pero eso no puede ser un programa económico en exclusiva. Por su parte Edmundo Bal saca en papel el programa de VOX para que se vea que es un folio, demasiado me parece a mí para que se lean la mayoría de sus votantes, porque a poco que tengas costumbre de leer cosas, es difícil votar a semejante engendro político por mucho que seas fascista, falangista, liberal, o de derechas, VOX, como el PP, no representa una ideología, desdibujan ideales para vender una marca que les consiga los votos que haga falta en la política del odio y del enfrentamiento. La libertad no es una ideología, como si lo es el comunismo, la libertad es un polisémico ideal, que unas leyes amordazan más que otras.

Ciudadanos, pese a tener a un candidato inteligente, se difumina, tal vez nunca debieron perder a los votantes descontentos del PSOE, pero ya son una sombra del PP y es demasiado evidente. En el debate Pablo Iglesias le recuerda muy acertadamente a mi parecer, a Edmundo Bal que no ha dejado su acta de diputado estatal y que por algo será. En otro momento del debate Ángel Gabilondo en una intervención en la que es aludido, que las palabras que le dedica Edmundo Bal están en clave nacional y el debate es para presidir la CAM. Además el candidato de Ciudadanos reafirma que serán la muleta del PP otra vez, lo que no creo que movilice mucho a nadie a votar a un segundón, por lo que podría interpretarse en clave nacional y de un último intento de seguir siendo oposición antes de desaparecer.

PP es un símbolo, la resistencia frente al enemigo en su retórica belicista, pero en el debate Ayuso perdió la histórica posición de su partido de buena gestión, y cuestionó datos de forma absurda y con poca elegancia. Casi se echaba de menos la inteligencia maquiavélica de Esperanza Aguirre. Para ser el azote del socialismo y del comunismo hay que saber estar, y Ayuso a la hora de la verdad ha demostrado que pese a la maquinaria mediática que tiene detrás, ella no es una lideresa, sencillamente no sabe, no es que estuviera poco acertada, es que además se dejó llevar y entró a las trampas de los otros candidatos. Sin Miguel Ángel Rodríguez al lado demostró porque no querían el debate en el PP. La libertad de su eslogan es la libertad del PP para acabar se ha visto en las sentencias judiciales firmes en su contra, y no aportar nada, una ley ha sacado ayuso en dos años, es un PP de resistencia, sin propuestas concretas y dibujándose con el reflejo de la izquierda, por contraposición, de la mano de VOX y sus votantes, otra hora votantes del PP, pero con más ganas de sangre.

PSOE es la alternativa de la mayoría que no es "comunista" y que quieren un gobierno serio, como bien dice su acertado eslogan para esta campaña. Pero en al menos en Madrid con esto se refieren a un gobierno conservador (aunque muchos de ellos no lo asuman), pero que no sea del PP, y por supuesto aunque Mónica García podría ser una alternativa sería para esas personas, la masa de votantes histórica del PSOE seguirá votando por inercia. Ángel Gabilondo no demostró ser el mejor debatiendo, titubea, le faltaba gancho, pero su propuesta era la de lo malo conocido, y lo sabe, hasta el punto de lanzar la bomba mediática de decir: "Pablo tenemos 14 días para ganar las elecciones", sabedor de que él no movilizará a la gente que no le voto en las pasadas elecciones, y reconoció lo evidente, que con Más Madrid "suman", lo que yo interpretó en clave de que se reparten al electorado de izquierdas, más haya de los que votan a UP. Pero puede que lo más interesante de lo que mostró Ángel Gabilondo fuese su debate dialéctico con Pablo Iglesias, (¡ojalá hubiera más momentos de estos entre políticos!), debatieron desde la concordia y el respeto, sobre si subir los impuestos a los ricos, y ahí Ángel Gabilondo defendió que no era el momento, a mi modo de ver un clásico del PSOE de cambiar las cosas cuando se pueda si acaso.

Unidas Podemos tiene a Pablo Iglesias, debatió como un profesional, tal vez demasiado profesional, algo que puede parecer contradictorio, pero que creo que es un intento de rebajar su imagen de perro de presa y buscar más la empatía tan necesaria en estos momentos. Eso sí, sin dejar de atormentar a una Ayuso, víctima de su sus lagunas y de su falta de técnica retórica, que caía una y otra vez en todos los ataques, y en esos ataques de Pablo Iglesias la dejaba en evidencia, y se la dejaban botando a una Mónica García que la aplastaba desde un púlpito moral que, ante los insultos y bajezas de Ayuso, hacían más grande a la sanitaria de Más Madrid, y creo que resaltada más aún gracias a la imagen embarrada de Pablo Iglesias entregado a la causa y Ayuso combativa.

Más Madrid, con una convincente Mónica García, presentó propuestas relativamente concretas basadas en economía verde y políticas de lo público en sanidad, educación e investigación. Le dio algún palo al racismo de VOX, y se alejó lo que pudo del espinoso asunto de subir o bajar impuestos, que para escenificar eso ya estaban PSOE y UP, ¿tal vez lo acordaron así? No creo, pero dejaron pista libre a una Mónica García que podría empatizar con una mayoría "socialdemócrata" de esa que dicen que hay aquí en Madrid, incluso en España. Ser sanitaria de la pública, mujer, madre, política "a tiempo parcial" y defender lo público y la defensa de los vulnerables la hacen un animal político al margen de la política.

Pero pese a todo, un debate no va a movilizar a los excluidos, a los más vulnerables, a los que están desencantados con la política, aunque sean ellos los que más necesiten políticos que defiendan lo público y que redistribuyan mejor la riqueza de una de las regiones más privilegiadas de España.