Hay una enfermedad que ha encontrado en el fútbol un vehículo perfecto para mostrar su cara más repulsiva. Es un parásito que al mismo tiempo se nutre de él y lo infecta sin que nadie acierte a extirparlo, bien sea por negligencia o simplemente por connivencia. El foco principal está en Italia, donde ha anidado con fuerza, pero en ocasiones muestra ramificaciones en otros lugares. Se llama racismo. Y en las últimas semanas está demostrando que su erradicación de los estadios no parece cercana.
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etiquetas: parásito , fútbols , racismo
Tengo amigos que votan a podemos y nunca han tenido un amigo marroqui o negro. Eso si, cuando hablan son los mas progres. Despues pasamos por delante de algun bar generalmente frequentado por marroquis y dicen: mira aixo, esta ple.
Por cierto, me la suda el fúrgol y me parece lamentable que la gente vaya ahí para desahogarse e insultar a gente, mucho menos con insultos racistas.
Para desfogarnos insultando ya hay otros partidos, los partidos políticos, que con sus cagadas y estupideces ya justifican algún 'elogio'