Sigue la psicosis tras el accidente de Barajas. Pasajeros de un vuelo de Spanair que ayer iba a salir de Bilbao con destino a Budapest se negaron a subir de nuevo al avión del que habían sido evacuados por un problema técnico y obligaron a la compañía a cambiar el aparato. La razón fue que el comandante les dijo que se iba a demorar el despegue porque se había encendido "un piloto rojo", e iban a hacer una revisión adicional.
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